La primavera supone el regreso del tradicional "cambio de armario". Abrigos y otras prendas gruesas dan paso a los más ligeros vestidos y camisetas sin mangas, para afrontar los meses más cálidos del año. Este "reseteo" estético implica, asimismo, replantearse si algunas de las prendas con las que contamos se merecen realmente un hueco en nuestro vestidor.

    [Cómo organizar el armario para no tener que pensar qué te pones cada mañana: 'batch dressing']

    Esta selección es posible contestando a algunas preguntas básicas como: "¿Realmente necesito esta prenda? ¿Cuántas veces me la he puesto? ¿Es útil?". Para ayudarte, desde magasIN, recopilamos seis prendas que deberían salir de tu armario sin contemplaciones.

    Para las que finalmente se queden en tu vestidor, recuerda que existen varios métodos de organización. Entre los más famosos se encuentra el Konmari, propuesto por Marie Kondo. La gurú del orden recomienda, en su libro La magia del orden, quedarse solo con las prendas que nos brindan alegría, elegir los complementos correctos (perchas de colores distintivos y de calidad, por ejemplo), guardar por tipo y categorías y doblarlas verticalmente para ganar espacio.

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    La prenda que no es de tu talla

    Empeñarse en lucir diseños que no sean de nuestra talla por si adelgazamos, no resulta efectivo. Además de no saber exactamente cómo cambiará nuestro cuerpo y si lo hará de verdad, nuestros gustos son susceptibles de cambiar en cuanto llegue el momento.

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    La prenda que llevas más de 3 meses sin arreglar

    Agujeros, rotos, manchas... los diseños sufren las consecuencias lógicas del día a día. Ponerse un límite para solucionarlos puede ser la clave: si ha pasado más de medio año desde que te planteaste "reajustar" esta prenda, no descartes donarla.

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    La prenda incómoda

    Este sujetador sin ajustar, este pantalón que no te deja respirar... son solo algunos de los ejemplos de prendas que ya no tienen cabida en tu vestidor. Aunque lógicamente no toda tu ropa puede ser comodísima, sí puedes intentar encontrar un término medio.

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    La prenda que ya no responde a tendencias

    Puede que blusa con hombreras con la que arrasaste unas décadas atrás vuelva a ser tendencia. Por definición, los hitos estilísticos son impredecibles. A su espera, deja hueco en el armario para diseños más actuales.

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    La prenda que solo "funciona" por pares

    Este calcetín o pendiente solitario ya no tiene tanto sentido. Aunque tenga un fuerte valor simbólico, es el momento de renunciar a él o de probar con otras combinaciones.

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    La prenda con poquísimas opciones de combinación

    A la hora de valorar una prenda, pregúntate si, objetivamente, puedes combinarla con más de tres ya disponibles en tu vestidor. Si es literalmente imposible, no dudes en plantearte una personalización, cortando o cambiando su tono.

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