Soñadora, feliz, algo cabezota y, sobre todo, luchadora. Así se define a sí misma Sandra Sánchez (Talavera de la Reina, 1981), una mujer excepcional que ha hecho historia como la primera y única ganadora del oro olímpico en kata, deporte que entró en el programa de los Juegos Olímpicos en Tokio 2020. 

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Con una vida deportiva que comenzó siendo ella muy pequeña, la deportista es licenciada en Ciencias del Deporte (INEF) por la Universidad Politécnica de Madrid, y a los 32 años logró hacerse un hueco en el equipo nacional tras décadas de esfuerzo y dedicación.

Desde entonces, Sánchez ha acumulado hasta siete campeonatos europeos, dos mundiales, un oro olímpico, un récord Guinness y muchas otras victorias que convierten a la natural de Talavera de la Reina (Toledo) en una karateka excepcional. 

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La 'Top 100' responde a las preguntas de magasIN sobre referentes, consejos y anécdotas que harán que conozcamos su lado más personal, además de sus logros profesionales. 

Un pensamiento estrella que siempre tiene presente es…

Disfrutar, aprovechar cada momento. Me siento feliz la mayor parte del tiempo y, aunque la vida a veces nos tira en un agujero, procuro luchar y buscar la forma de encontrar las sonrisas.

¿Una anécdota divertida que contenga una enseñanza útil para las futuras 'Top 100'?

En mi primer viaje a Japón, gasté todos los ahorros para poder viajar y estar allí casi tres meses, pagar a todos los maestros y entrenar todo lo posible. Nuestro presupuesto para comer se limitaba a arroz blanco y noodles, ¡durante tres meses!

Ahora tenemos manía a esos platos, pero incluso en aquel momento nos reíamos de la situación. Gracias a todos esos esfuerzos, a los momentos duros y también de risas, hemos conseguido muchas metas y seguimos aprendiendo, pero ahora nuestra dieta es más amplia [ríe].

Nombre a tres mujeres referentes para usted. ¿Por qué lo son?

Mi madre. Pasamos en familia su cáncer, yo tuve que dejar el centro de alto rendimiento y la oportunidad no volvió hasta más de 10 años después. Sin embargo, su ejemplo nos hizo más fuerte a todos, y cuando gané el primer mundial allí estaban todos para apoyarme. 

Y muchas mujeres del día a día: una vecina, una amiga, una compañera… Cada una con su mochila, luchando en muchas situaciones de la vida, me ha hecho reflexionar, y me ha aportado algo que me ha ayudado a seguir creciendo.

Recomiéndenos una película, un libro y una canción.

Una película… pues soy un poco romántica. Me gusta Orgullo y prejuicio (Joe Wright, 2005). También diré Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001) y El último samurái (Edward Zwick, 2004). ¡Y siempre disfruto con mis sobrinos viendo pelis de superhéroes!

¿Un libro solamente? Me encanta leer. ¡Os recomiendo Kat Karateka (Sandra Sánchez, ed. Beascoa)! También me encantó El guerrero a la sombra del cerezo (David B. Gil, ed. SUMA), porque lo asocio a momentos de mi vida; y biografías de muchos compañeros. En fin, cada libro es una aventura y aporta algo diferente. 

Y, en cuanto a la canción, no puedo quedarme con solo una. Me gusta la música que me haga sentir y pensar. Autores como Marwan, Andrés Suárez, Adele, Vanessa Martín, Pablo Alborán… Y cuando Jesús me canta algo en casa [risas]. 

¿Una característica presente en la mayoría de las mujeres?

La resiliencia. Somos capaces de superar muchos momentos desde una fuerza interior y una intimidad admirable.

La conciliación es…

Una meta por conseguir.

¿Un consejo para una entrevista de trabajo?

Recomiendo ser una misma. Yo siempre he sido muy yo, muy sincera. Y también es importante prepararse todo lo posible para hacerlo lo mejor que se pueda.

Las tres cosas en las que primero se fija cuando conoce a alguien y por qué.

La mirada, porque genera una conexión que te hace sentir que alguien tiene algo especial en su interior. Algún gesto o conversación que confirmen lo que has podido ver en la mirada. Y la energía que transmite. Es difícil de explicar, pero hay gente que te hace sentir bien por su forma de ser, de hablar, de reír.

¿Con qué pequeñas cosas identifica la desconexión?

Con jugar con mis sobrinos, con una noche de peli, pizza y palomitas, o con una comidita en el Sushi-Do junto a amigos y mi gente de siempre. 

Un defecto ajeno que no soporta.

La hipocresía, la gente que miente y se llega a creer sus mentiras, el abuso de poder y la soberbia.

Dormir es…

El momento de acurrucarse en la alita. Con esto me refiero a cuando Jesús levanta el brazo y yo me acomodo en su pecho. Si estoy así ya no me hace falta nada más, solo estar a gustito, relax y sentirme tranquila.

Una manía que la defina.

El tatami es unos dos o tres centímetros más alto que el suelo. Bien, pues yo tengo la manía de entrar en él siempre con la pierna izquierda, y bajo de él pisando con la derecha. 

Un color que jamás se colaría en su armario es…

De pequeña no quería nada rosa. Ahora voy descubriendo que cada color tiene su momento.

Alguna pregunta con la que crea que se puede aprender mucho sobre otros.

Considero que, más que una pregunta, lo que importa es la respuesta. Puedes preguntar cualquier cosa más o menos importante, pero el cómo te contesten puede decir mucho.