Anabel Díaz (Cartagena, 1975) se unió a Uber en mayo de 2019, y actualmente ocupa el cargo de vicepresidenta del negocio de movilidad en Europa, Oriente Medio y África, supervisando 41 de los 70 mercados en los que opera Uber.

[Estas son las diez mujeres elegidas 'Top 100' en la la categoría Alta Dirección]

La ingeniera informática cuenta con dos décadas de experiencia en operaciones, logística y gestión comercial en grandes corporaciones globales, incluyendo General Electric y SABIC —una de las principales fabricantes de productos químicos, plásticos y metales del mundo, con sede en Arabia Saudí.

Su compromiso con el fomento de la diversidad y la igualdad queda reflejado en la creación de Women@Uber, iniciativa de la que es patrocinadora ejecutiva y desde la que trabaja para incrementar la visibilidad femenina en un sector tradicionalmente relegado a los hombres.

También es una de las principales impulsoras de la estrategia de Uber en materia de sostenibilidad. Su principal objetivo: convertir a la compañía en una plataforma 0 emisiones en 2030. 

Desde el 22 de febrero, el nombre de Anabel Díaz también forma parte de la lista de las 'Top 100 Mujeres Líderes', un ranking creado por iniciativa de Mercedes Wüllich para reconocer el liderazgo femenino en distintas categorías. En esta ocasión, la premiada en la categoría de Alta Dirección se cita con magasIN para compartir reflexiones y anécdotas que nos permitirán conocer su lado más personal.

[Así queda el mapa interactivo de las nuevas 'Las Top 100' por CCAA]

Un pensamiento estrella que siempre tiene presente es…

Hacer lo correcto. Para mí, ese es un principio irrenunciable, e intento que guíe todas mis decisiones importantes, tanto en mi vida personal como profesional.

¿Una anécdota que contenga una enseñanza útil para las futuras Top 100?

Fue al principio de mi carrera. Cuando tenía 22 años, colaboraba, como becaria, en un gran proyecto de construcción de un complejo industrial. La empresa nos pagaba 600 € más el alojamiento, para aquellos que éramos de fuera de Madrid.

Una vez finalizados los tres meses de la beca, me ofrecieron un puesto fijo con un sueldo prácticamente igual al que tenía. Después de pensarlo mucho, solicité un aumento hasta los 750 €. Un precio que, aunque seguía estando por debajo del valor que aportaba al proyecto, me parecía más justo.

Como respuesta, la empresa retiró la oferta. Fue un palo. No solo porque había invertido mucho en ese proyecto y estaba muy ilusionada con lo que nos quedaba por delante, sino también por la falta de consideración que mostraron hacia mi trabajo. 

Varias semanas después, la empresa se puso en contacto conmigo para ofrecerme las condiciones que pedía. Desde entonces, aprendí a poner siempre en valor mi trabajo, y el de los demás.

Nombre a tres mujeres referentes para usted… ¿Por qué lo son?

Tres mujeres en las que me inspiro son Angela Merkel, Hipatia de Alejandría y Coco Chanel. Todas han sido mujeres fuertes, transgresoras y valientes, cada una en su tiempo.

Recomiéndenos una película, un libro y una canción.

Mi libro de cabecera es El Mundo de Sofía, de Jostein Gaarder.

Con respecto a mi película preferida, elegiría Persépolis, que está basada en la novela de Marjane Satrapi.

Elegir una sola canción es más difícil… Me quedaría con muchas de Joaquín Sabina.

¿Una característica presente en la mayoría de las mujeres?

Creo que la autocrítica, algo que no siempre nos beneficia. Ser perfeccionista es bueno, pero también hay que aprender a no castigarse cuando las cosas no salen como una desearía. Un exceso de autocrítica puede generar, o, mejor dicho, degenerar, en el temido "síndrome de la impostora".

La conciliación es…

Algo muy personal que cada uno debe definir para sí mismo, en función de su momento vital, necesidades y valores.

¿Un consejo para una entrevista de trabajo?

Para mí, la preparación es clave. Es imprescindible investigar a fondo sobre la empresa para la que quieres trabajar. También es importante mostrar seguridad, hablar calmadamente, mirar a los ojos al interlocutor y ofrecer respuestas concretas y completas, usando ejemplos y evitando clichés. Para mí, el truco es enfocarlo como una conversación, más que como una entrevista.

Las tres cosas en las que primero se fija cuando conoce a alguien y por qué.

Me suelo fijar mucho en la calidad del discurso y la inteligencia de una persona. También es importante ver cómo se dirige o habla de aquellos que se encuentran en una posición o situación de inferioridad, ya que el respeto es una premisa inquebrantable para mí. Y, por supuesto, que tenga sentido del humor. Saber reírse, sobre todo de uno mismo, es importantísimo.

¿Con qué pequeñas cosas identifica la desconexión?

Desconectar, para mí, está relacionado con cosas sencillas: tomar un café tranquilamente mirando el mar, dar un paseo por una ciudad desconocida, perderme en un buen libro, o tomar un vino con amigas. Bucear e ir al monte son dos de mis aficiones favoritas. Y algo menos relajante, pero que siempre me ayuda a desconectar, es pasar la tarde jugando con mis sobrinos, a cualquier cosa.

Un defecto ajeno que no soporta.

No soporto que me den instrucciones sobre cómo realizar tareas cotidianas.

Dormir es…

Necesario.

Una manía que la defina.

No tengo muchas manías, la verdad.

Un color que jamás se colaría en su armario es…

El amarillo crema.

Alguna pregunta con la que crea que se puede aprender mucho sobre otros.

¿Cómo tomas decisiones?