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Desde sus inicios, IKEA apostó por muebles funcionales y asequibles, pero algunos modelos acabaron convirtiéndose en verdaderos clásicos deld iseño. Uno de estos es el sillón que tiene su origen en 1950, presentado bajo el nombre MK y relanzado más tarde como STRANDMON, que hoy continúa siendo un éxito histórico.

Este sillón se podría considerar el más vendido de IKEA, al menos dentro de la categoría de butacas de alas (wing-chair), pues desde su primera aparición ha mantenido un fuerte tirón gracias a su diseño que conjuga comodidad, estética y tradición.

Además, IKEA lo ofrece en "varios estilos", con diferentes tapizados, colores y acabados de estructura, lo que permite integrarlo tanto en ambientes modernos como clásicos, convirtiéndolo en una pieza muy versátil.

El sillón MK fue lanzado en 1951 en el catálogo de IKEA, bajo el epígrafe de "calidad superior" y "el favorito de todos los favoritos". Con el tiempo fue adaptado a estándares modernos y relanzado como STRANDMON, sin perder su esencia original.

Su diseño de orejas elevadas (wing-chair), respaldo alto y estructura robusta lo convirtió en un referente de lectura o descanso, lo que ha ayudado a que sobreviva décadas en el catálogo. 

Según medios especializados, IKEA lo vuelve a poner en valor con nuevos formatos y tapizados, lo que confirma que sigue siendo "el sillón más vendido" de su categoría y que su longevidad en el mercado es excepcional.

Una de las claves de su éxito es que ha sabido adaptarse: aunque la base del diseño permanece, las versiones actuales ofrecen varios estilos, diferentes tejidos, colores y patas metálicas o de madera, lo que permite encajarlo en distintos ambientes domésticos.

Por ejemplo, la versión EKENÄSET se presenta inspirada en el diseño escandinavo de los años 50 y se describe como un sillón de "vibra retro" en la ficha de IKEA. Esto demuestra que la marca explota esta herencia de diseño para ofrecer variantes accesibles.

El modelo original con orejas sigue presente como símbolo de confort, pero también se lanzan versiones de perfil más bajo, tapizados lavables o versiones económicas, lo que permite mantener la gama de precios y la accesibilidad.

¿Por qué sigue triunfando? En primer lugar, la combinación de diseño clásico y precio asequible es rara de encontrar hoy en día, lo que le confiere un valor diferencial frente a otras butacas premium.

En segundo lugar, la flexibilidad de estilismos (desde colores neutros hasta tapizados gráficos) le permite adaptarse tanto a viviendas contemporáneas como más tradicionales, lo que amplía su mercado objetivo.

Y en tercer lugar, la apuesta por la calidad: según la historia del producto, la versión STRANDMON fue probada para soportar hasta 50.000 usos. Este tipo de garantía de durabilidad refuerza la percepción de valor.

Es raro en el mobiliario que un sillón lanzado en 1950 continúe siendo un "top seller", lo que indica una lealtad del cliente y una fuerza de marca excepcionales.

En resumen, este mueble de IKEA, combina historia, buen diseño, adaptabilidad y accesibilidad. Esto explica que continúe siendo un éxito en ventas mientras que otros modelos se han vuelto obsoletos o han dejado de existir.