Maura Duque es parte del equipo directivo de IKEA desde 2018, una empresa que se compromete con la diversidad, la inclusión y la igualdad de las personas con discapacidades. Con 56 años y una discapacidad auditiva superior al 90%, Maura optó por cambiar su trayectoria profesional y halló en IKEA un ambiente que la recibió "tal como soy".
Ella admite que la transición de 25 años en otra compañía al cambio fue un desafío, caracterizado por los prejuicios de la edad y la discapacidad, pero reconoce que "IKEA me ha ayudado a vivir".
"Cuando estaba a punto de comenzar a trabajar en IKEA, le dije a mi coordinadora: "Voy a ir dentro de unos días, pero primero necesito comprarme unos audífonos nuevos". "Me llamó la asistente social y me dijeron que IKEA puede ayudarme", cuenta.
Maura, con 56 años de edad, empezó a trabajar en IKEA en el año 2018, después de haber trabajado durante 25 años en otra compañía. Su nivel de discapacidad auditiva es superior al 90%.
Este ejemplo personal encaja con la política global de IKEA de convertirse en un empleador plenamente inclusivo, donde se trabaja por facilitar la integración de personas con discapacidad.
Su planteamiento es claro: "Yo me quito los audífonos y es que no oigo nada, es como que vivo sola en el mundo, no hay nadie". Sin embargo, gracias al apoyo de su empresa, ha logrado revertir una situación que ella veía llena de incertidumbres y temores.
Para Maura, el acto de ser contratada con 56 años con una discapacidad alta era un reto mayúsculo: "Con la edad que tienes y luego los temores y los complejos que tienes por tener una discapacidad auditiva, piensas que ya no vas a encontrar nada y que no te van a aceptar en ningún sitio".
Sin embargo, IKEA la aceptó como era, en palabras de Maura: "Me han ayudado, me han acogido, me han aceptado tal y como soy". En la práctica, su historia destaca por una acción en concreta: la empresa, mediante un servicio denominado 'Cable IKEA' junto a una óptica con convenio empresarial, le permitió adquirir unos audífonos valorados en 6.800 euros, de los cuales no tuvo que pagar nada.
Esto se suma a la política de IKEA que afirma que "las diferencias enriquecen" y que promueve activamente la integración de personas con discapacidad en sus plantillas.
Por ejemplo, en sus procesos de reclutamiento, IKEA indica que "ofrecen una gama de trabajos con flexibilidad y horarios variables. Si tu situación de vida cambia, puedes cambiar de horario y adaptarlo a lo que necesites".
Además, la compañía ha lanzado en Australia un plan específico para la inclusión de la discapacidad (2024-2026) que refuerzo su compromiso con "ser inclusiva para todos: clientes, trabajadores y comunidades".
La experiencia de Maura Duque simboliza el valor de la segunda oportunidad profesional, la fuerza de la determinación personal y la relevancia de empresas que asumen la discapacidad como parte de su diversidad. Con una edad que muchos considerarían un límite, y una discapacidad severa, Maura encontró en IKEA un entorno humano, que la respaldó y la impulsó.
Su testimonio refuerza la idea de que los apoyos adecuados (como los audífonos) y un empleador comprometido pueden cambiar no solo una carrera, sino la calidad de vida.
