Si empleas un radiador eléctrico cinco horas diarias, lo que es común en numerosos hogares durante el invierno, los números pueden revelar un efecto significativo en la cuenta de luz. Según un artículo especializado, el gasto mensual para un apartamento estándar puede llegar a ser de entre 90 y 130 euros si se utilizan varios radiadores eléctricos durante toda la temporada invernal.
De hecho, María López, vecina de Zaragoza, asegura que el invierno pasado su factura eléctrica se disparó por culpa del radiador. “Vivo sola en un piso de unos 70 metros y solo en calefacción me gastaba entre 180 y 200 euros al mes”, explica.
Para reducir el consumo, cuenta que ha tenido que limitar su uso a las noches más frías. “Antes lo tenía encendido casi todo el día, pero ahora solo lo pongo unas cuatro horas porque es insostenible”, lamenta.
Los factores importantes que afectan el consumo, como la potencia del aparato, el costo del kWh y el aislamiento de la vivienda, se añaden a esos costos. Como los expertos recuerdan, si no se gestionan estos factores, un sistema que parece sencillo se convierte en uno muy costoso.
Por lo tanto, es esencial tener una visión completa del consumo, la tarifa eléctrica, la eficacia del equipo y la regulación de su uso para evitar sorpresas desagradables, más allá de simplemente encender el radiador.
¿Por qué el coste es tan elevado? En palabras de la consultora Repsol, para un equipo de 1,5 kW funcionando cinco horas diarias, el consumo mensual puede rondar los 225 kWh. Con un precio medio aproximado de 0,14 euros por kWh, esto conduciría a un gasto cercano a los 31,5 euros.
Sin embargo, este cálculo "ideal" no contempla una vivienda mal aislada, más de un radiador o tarifas eléctricas elevadas. Por ello, otro estudio señala que el gasto anual de calefacción eléctrica puede ascender a unos 640 euros para varias habitaciones con radiadores eléctricos, lo que duplica el gasto equivalente con gas natural (aproximadamente 256 euros) en condiciones normales.
En definitiva, el coste elevado se explica porque combina varias unidades, horas prolongadas, tarifas poco ventajosas y deficiente aislamiento conduce a un gasto acumulado muy superior al estimado de forma optimista.
Las medidas para mitigar el impacto y ahorrar son las siguientes: Para moderar esa cifra de "entre 90 y 130 euros al mes", conviene tomar medidas dirigidas a la eficiencia energética.
En primer lugar, reforzar el aislamiento térmico: ventanas, puertas, cerramientos y mantener la vivienda estanca para reducir pérdidas, tal y como se indica en un artículo especializado, destacando que un mejor aislamiento puede cambiar sustancialmente el consumo.
En segundo lugar, revisar la tarifa eléctrica y utilizar los aparatos en periodos más económicos, en caso de contar con discriminación horaria. Los expertos indican que la tarifa (y la potencia contratada) también influye en el coste neto de la calefacción eléctrica.
Finalmente, ajustar el uso: programar el radiador para que funcione únicamente cuando sea necesario, aprovechar termostatos con temporizador o sensores de presencia, y evitar que esté en funcionamiento continuamente sin control consciente. Estos hábitos permiten reducir el consumo sin renunciar al confort.
Si bien la calefacción eléctrica con radiadores puede parecer sencilla y accesible, un uso de cinco horas al día (o más) puede traducirse en costes mensuales entre 90 y 130 euros, como advierte un experto.
Este gasto tan elevado se debe a la acumulación de hora de uso, múltiples radiadores, tarifas eléctricas altas y viviendas con aislamiento deficiente. Sin embargo, la buena noticia es que con una combinación de mejoras inteligentes (aislamiento, tarifa adecuada, termostatos y programación) se puede moderar ese impacto y convertir un sistema caro en una opción razonable.
