Tania Llasera ha creado su propio paraíso lejos del ruido de la ciudad con Camptania, su casa de campo a las afueras de Madrid. Tras el confinamiento, ella y su familia decidieron invertir en un refugio donde poder ser ellos mismos: aire libre, espacio, jardín, porche y rincones alegres.
Su estilo de vida, marcado por la búsqueda de bienestar, inspiración artística y conexión con la naturaleza, se ve reflejado en cada detalle del hogar.
Con unos tonos vibrantes, una decoración que mezcla nostalgia y modernidad, y espacios abiertos. Camptania busca dar luz física y emocional. La casa tiene una fuerte impronta personal, desde los muebles elegidos hasta los pequeños detalles hechos a mano.
En un momento en el que muchas personas valoran lo esencial, su vivienda representa un ideal de refugio, creatividad y familia. Aunque Tania mantiene su residencia principal en Madrid, este segundo hogar simboliza libertad y oxígeno.
Espacios exteriores para sus hijos, porches grandes para relajarse bajo el sol, una cocina que invita a compartir... Todo pensado para romper con la rutina urbana. Se presenta como una casa valorada en torno a 500.000 euros, cifra estimada por comentaristas, aunque no confirmada oficialmente.
Camptania está situada en un entorno campestre cerca de Madrid, elegida como vía de escape tras los días de confinamiento. Tiene dos plantas, jardín amplio, porche generoso y terraza con vistas. En la planta baja se encuentran la cocina (con una isla central), el salón con chimenea de estilo años sesenta, un baño y espacios comunes muy luminosos.
Arriba, los dormitorios, otro baño completo, y zonas que posiblemente se reformarán o ampliarán en el futuro. Tres de los dormitorios ya se han mostrado; uno grande para ello y su marido, otro infantil, y otro para invitados o uso múltiple.
Lo que más llama la atención en Camptania es el uso del azul añil, presente en paredes, muebles, la escalera, etc. Este color se combina con blanco, madera natural, suelos de terraza (en gran parte), y otros detalles vibrantes como marcos dorados, objetos con historia, cuadros de Tania o de su familia.
El salón tiene ventanales grandes que inundan de luz natural los espacios, una chimenea que sube en la pared como protagonista, muebles recuperados o heredados, y rincones decorados con pinceladas alegres.
Exteriormente, el porche funciona como otro "cuarto" de la vivienda: mobiliario cómodo, sombra, vistas al campo, zonas para relajarse y compartir. Hay elementos que ya están muy cuidados y otros que están en proceso de acondicionamiento.
Aunque no hay cifras oficiales públicas fiables que confirmen su precio exacto, medios especializados comentan que esta casa podría estar valorada por encima de los 500.000 euros, dado su tamaño, ubicación, reforma parcial y decoración de calidad. Esta cifra es orientativa.
En alguna ocasión Tania ha hablado de reformas "prácticamente integrales" en algunas zonas: cambiar ventanas, mejorar aislamiento, instalar calefacción, ajustar espacios interiores, crear zonas exteriores más usables, etc.
El uso que le da es muy familiar: fines de semana, desconexión, educación al aire libre para sus hijos, huerto, barbacoa, intimidad. No es una casa de exhibición, sino un hogar vivible.
Camptania representa mucho más que una segunda residencia para Tania Llasera: es un proyecto vital que combina estética con bienestar, libertad con creatividad, familia con naturaleza. Cada elección, de color, espacio, de material, muestra su deseo de encontrar serenidad y autenticidad.
Si bien los 500.000 euros son una estimación, lo que realmente importa es lo que la casa vale para ella: tiempo, paz, inspiración. Camptania nos deja claro que lo esencial a veces no se compra, pero sí se construye... ladrillo a ladrillo, porche a porche, detalle a detalle.
