La interiorista Pia Capdevila, cuenta en El Mueble que, hay cinco errores muy habituales en la mayoría de salones y uno de ellos tiene que ver con los muebles antiguos o heredados de TV. Para la experta, elegir mal este tipo de muebles es un error fatal, ya que convertiremos la zona del televisor en una de las zonas que más llame la atención al entrar en cualquier salón.
Y no precisamente para bien. Muchas veces este rincón destaca integrar "muebles de televisión heredados o desproporcionados" que rompen con la armonía del conjunto. Para la interiorista, la televisión puede estar en el salón, pero ocupando un espacio determinado y sin convertirse en protagonista.
El problema, insiste, es que estos muebles "están pensados para otras épocas y otros aparatos" y pueden conseguir el efecto contrario al deseado: restar protagonismo al resto del salón.
Pero más allá de los muebles de televisión antiguos, Pia Capdevila señala también otras piezas que "sobran" en muchos de los salones que visita. Para ella, eliminar ciertos elementos puede ayudar a que el espacio recobre armonía, luz y funcionalidad.
Y es que, "el simple hecho de eliminar un elemento innecesario puede transformar por completo un salón", asegura Pia Capdevila. Y lo cierto es que muchas veces, sin darnos cuenta, llenamos este espacio clave de la casa con piezas que no aportan y sin ninguna función.
En casi todos los hogares españoles, el salón es el corazón de la vivienda: el lugar donde se comparte tiempo en familia, se descansa y se reciben visitas.
Sin embargo, es también uno de los espacios donde más errores decorativos se acumulan. "En la mayoría de los salones hay elementos que lejos de aportar, restan", advierte.
Pufs, lámparas de pie y butacas vacías
Una de las piezas que más habitualmente cae en desuso son los pufs. Aunque estéticamente pueden encajar bien, Capdevila lanza una advertencia: "Pufs sin uso o mal ubicados, que estorban más de lo que suman". En lugar de ser un asiento extra útil, pueden convertirse en un obstáculo visual y práctico.
Otro clásico que conviene revisar son las lámparas de pie, también pueden jugar en contra si no se ubican correctamente. "En una esquina que ni iluminan correctamente ni decoran", son, según la experta, una decisión desacertada que no cumple ninguna función real.
En cuanto a las butacas, la interiorista recomienda evaluar bien si son necesarias, especialmente en espacios reducidos: "Nadie las usa, sin embargo siguen ahí simplemente por si acaso". Un "por si acaso" que acaba recargando innecesariamente el ambiente.
Importancia de espacios equilibrados
Las estanterías repletas de objetos decorativos son otro de los focos de desorden más comunes. Aunque están pensadas para mostrar piezas con valor sentimental, a menudo se llenan en exceso. "Saturadas de objetos que aportan ruido visual y desorden", resume Capdevila. Y lo más curioso es por qué seguimos manteniéndonos: "Principalmente por costumbre, por miedo al vacío y por apego emocional".
Este apego emocional se materializa en lo que la interiorista denomina "pongos": "Estos objetos que pongo porque me lo regalaron, pongo porque siempre ha estado ahí o pongo por si acaso". Aunque no tengan una función concreta, cuesta desprenderse de ellos por la carga emocional que arrastran".
Salón con muebles vintage.
La recomendación de Pia Capdevila es clara: "Optar por piezas ligeras, versátiles y funcionales". Y sobre todo, elegir "elementos que respondan a una necesidad real y que encajen visualmente con el espacio". No se trata de llenar por llenar, sino de buscar un ambiente armónico: "Un salón bien diseñado no necesita estar lleno, necesita estar equilibrado.
Apostar por piezas y muebles que aporten armonía, que permitan circular con fluidez y que dejen respirar el espacio es siempre un acierto", asegura. Y cuando se logra, el cambio se nota: "De repente, el espacio se siente más amplio, más ordenado, con mejor luz y circulación. A veces, menos es mucho más", concluye.
