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Victoria Federica de Marichalar y Borbón, hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, es una de las figuras más mediáticas de la familia real española. A sus 24 años, se ha convertido en todo un referente en redes sociales y eventos de moda. Pero más allá de su presencia pública, su estilo de vida sigue generando titulares.

En pleno centro de Madrid, la joven royal reside en un piso de 500 metros cuadrados, según diversas fuentes cercanas a su entorno. El espacio, amplio y luminoso, refleja tanto su herencia aristocrática como sus gustos personales, marcados por las tendencias actuales y el confort.

Como quinta en la línea sucesoria al trono, Victoria Federica vive alejada de los compromisos institucionales pero no del foco mediático. Su piso ha sido descrito como un hogar sofisticado, donde conviven piezas de diseño moderno con elementos clásicos que evocan su linaje familiar.

Victoria Federica.

El piso de Victoria Federica no es una vivienda cualquiera. Situado en uno de los barrios más exclusivos de la capital, combina techos altos, suelos de madera noble y ventanales que llenan de luz natural cada rincón. La decoración, sobria pero cálida, apuesta por una paleta neutra con pinceladas de color.

Entre los elementos más destacados del inmueble se encuentran varias estancias amplias, como un salón principal donde se celebran cenas con amigos y familiares. También cuenta con una gran cocina con isla central, zona de lectura y un vestidor a la altura de una amante de la moda como ella.

La casa de Victoria Federica.

Pese a su perfil público, Victoria Federica mantiene cierta discreción sobre su vida privada. A través de sus redes sociales, ha mostrado pequeños detalles de su casa, como rincones decorados con flores naturales, libros de arte y fotografías en blanco y negro que reflejan su gusto por el detalle.

El piso también cuenta con una terraza privada, ideal para disfrutar del buen tiempo madrileño. Según amigos cercanos, este espacio es uno de sus favoritos, donde puede desconectar de la vorágine mediática. "Le encanta invitar a sus amigas a tomar algo en la terraza", aseguran.

Alejada del protocolo, Victoria Federica ha sabido forjar su propio camino. Lejos de los compromisos reales, ha apostado por convertirse en influencer de moda y colaboradora en proyectos digitales, lo que le permite mantener una independencia económica parcial.

En su casa no faltan detalles que reflejan esta pasión, como percheros llenos de prendas de diseñador, tocadores con productos de belleza y pequeños estudios improvisados para grabar contenido. Su vivienda, además de un refugio, es también su centro de operaciones creativo.

A sus 24 años, Victoria Federica vive como pocas jóvenes de su edad. Su residencia no solo es espaciosa, sino también funcional, versátil y elegante, adaptada a su día a día como figura pública y amante de la moda.

Aunque muchos la ven como una royal alejada de las responsabilidades institucionales, ella ha sabido transformar ese rol en una oportunidad para destacar por sí misma. Y su piso madrileño es una buena prueba de ello: un espacio donde conviven tradición, modernidad y mucha personalidad.

Victoria Federica ha conseguido que su casa hable por ella: un equilibrio perfecto entre herencia aristocrática y estilo joven y actual. Con sus 500 metros, su ubicación de lujo y una decoración cuidada, su piso no solo es un hogar, sino una declaración de intenciones.