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Edurne y David De Gea han cuidado especialmente su salón en Madrid. Las paredes blancas y el parqué oscuro resaltan la luz que entra por ventanales con cuarterones, conectando visualmente con el jardín. El resultado es un espacio claro, equilibrado y muy luminoso.

El sofá principal, de un suave tono beige, añade calidez al ambiente. Su posición sobre una zona en desnivel crea una atmósfera acogedora, perfecta para reuniones familiares o momentos de relax. Cojines en tonos neutros refuerzan la armonía visual .

Una librería empotrada en modo hornacina aporta funcionalidad sin recargar el espacio. Además, un gran espejo con marco de madera amplifica la sensación de amplitud, reflejando luz y conectando visualmente con el exterior.

Sofá de Edurne y de Gea. @d_degeaofficial

Una strelitzia en macetero dorado aporta un toque natural que rompe la monocromía. Esta planta, de estructura elegante, suma frescura y rompe la uniformidad, aportando vida al conjunto minimalista.

La zona de salón está separada visualmente por un pequeño muro, lo que permite delimitar espacios sin aislarlos. Este recurso aporta dinamismo al espacio, al tiempo que ofrece zonas más íntimas dentro de una atmósfera abierta.

Edurne con su hija. @edurnity

Las cortinas blancas y vaporosas acompañan la estética ligera y luminosa del salón. Coordinan con la paleta cromática general y suavizan la entrada de luz directa, aportando un aire etéreo que completa el diseño.

El parqué oscuro equilibra el blanco predominante del salón. Sus vetas añaden textura y calidez, mientras que su contraste visual define el espacio, aportando sofisticación sin restar claridad.

Con su distribución abierta y zona de relax, el salón se convierte en el corazón familiar. Gracias a su diseño minimalista con detalles personales y rincones verdes, reúne elegancia, comodidad y funcionalidad para su día a día.

Este salón es un ejemplo de cómo lograr una estancia moderna y acogedora. Elementos clave: tonalidades neutras, organización por zonas, toques vegetales y mobiliario práctico. Ideal para quienes buscan elegancia minimalista sin renunciar al calor del hogar.

El salón incluye una librería empotrada que aprovecha el espacio sin resultar voluminoso. Se integra con la pared, con tres baldas cargadas de objetos decorativos, libros y recuerdos elegidos con mimo. Esta solución añade funcionalidad sin restar armonía al diseño minimalista.

Edurne y David han establecido dos áreas de estar dentro del mismo salón. Además del sofá beige, hay otro modelo en tono blanco hueso que aporta elegancia fría. Esta doble disposición potencia la comodidad y permite crear ambientes diferenciados sin separaciones físicas.

Todo el salón está pintado del mismo tono blanco, abarcando paredes y parte del mobiliario. Esta uniformidad cromática refuerza la sensación de paz y amplitud, al tiempo que sirve de lienzo neutro para destacar elementos como los sofás beige, los espejos y la estantería empotrada

El salón de Edurne y De Gea en Madrid es un auténtico refugio urbano: luminoso, ordenado y con un equilibrio perfecto entre serenidad y vida. Un espacio pensado para disfrutar en familia, donde cada elemento transmite calma y buen gusto.