Publicada

La dificultad para acceder a una vivienda digna en España sigue dejando historias que, lejos de ser excepciones, se han convertido en el reflejo de una realidad cada vez más habitual.

Daniela, una joven de 19 años, ponía voz y rostro hace unos meses a este problema en el programa de 'Y ahora Sonsoles' de Antena 3. Su testimonio resume el reto al que se enfrentan muchos jóvenes españoles: aunque trabaja, no puede asumir sola el coste de su alquiler en Madrid.

"Estoy independizada por decir algo", confesaba. "Tengo que tener muchísima ayuda de mis padres. Estoy trabajando, pero todo mi sueldo se va al alquiler básicamente". Daniela gana 800 euros al mes como camarera y vive en un piso compartido con otras tres personas.

Aun así, la renta del piso asciende a 2.400 euros. "Pago 600 euros, pero solo porque somos cuatro. En un piso en el centro de Madrid y sinceramente, si no fuese por la ayuda de mis padres no podría permitírmelo", aseguraba en el plató.

Una ayuda que es clave para poder vivir de una forma más desahogada: "Mis padres me dan 800 euros más o menos, así que vivo con 1.000 euros al mes. Por eso puedo permitírmelo, si no, no podría", confiesa.

Aun así, tiene claro que no todas sus amigas tienen esa ventaja: "Sé que esta es una situación que poca gente tiene. Amigas mías no cuentan con esa ayuda y tienen que afrontar todo con su sueldo".

Una realidad que en su caso y sin esa ayuda supondría vivir con muy poco y dependiendo únicamente de sus ingresos, "me quedarían 200 euros al mes y eso es muy poco, porque encima el nivel de vida ahora mismo está altísimo. Es muy difícil", reconoce.

Una situación imposible

Los datos lo confirman, el precio del alquiler en la Comunidad de Madrid no deja de subir. De hecho, en los últimos cuatro años, vivir de alquiler en esta región cuesta un 39 % más, lo que se traduce en 634 euros adicionales al mes respecto a 2021.

Solo en el último año, los precios han aumentado un 7 %, con una subida media de 117 euros mensuales para los inquilinos. Una tendencia que hace cada vez más difícil acceder a una vivienda, sobre todo en zonas céntricas como la capital.

A nivel nacional, Madrid ya se sitúa como la cuarta comunidad con mayor incremento interanual, por detrás de Cataluña y Baleares. Un encarecimiento en el alquiler en estas zonas que refleja esa presión del mercado inmobiliario cada vez mayor en las grandes ciudades españolas.