En España, más de 478.000 personas se dedican actualmente al sector de la limpieza, una actividad que representa en torno al 1,05 % del PIB, según datos de la Asociación Profesional de Empresas de Limpieza (Aspel). Se trata de un sector con un peso relevante en la economía nacional, en el cual el 74 % son mujeres.
Una realidad que se suma a otra tendencia creciente. Y es que, cada vez son más las personas extranjeras que llegan a España en busca de mejores oportunidades laborales y que encuentran en este sector una de las salidas más habituales.
De hecho, aproximadamente el 18 % de los trabajadores extranjeros en el país acaban desempeñando tareas vinculadas a este sector, según cifras del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Una de estas trabajadoras, en este caso de limpieza doméstica es Lorena (@lore.cv94). Una limpiadora que también crea contenido en TikTok para mostrar cómo es su rutina diaria limpiando casas en España. En uno de sus vídeos, compartía los detalles de una jornada laboral tipo, incluyendo el tiempo dedicado y el salario obtenido.
"Hoy es viernes y estaré hasta las 14:30 trabajando, desde las 9:00", comienza explicando en uno de sus vídeos. En su caso, la jornada se reparte en varias viviendas, cada una con sus rutinas específicas. "En cada casa tengo una rutina para que me dé tiempo y no dejar cosas sin hacer", cuenta, dejando ver la planificación necesaria en este empleo.
Ese día, su primer destino es una vivienda a la que acude de forma periódica: "Voy cada 8 días, todos los viernes y son 3 horas porque hay dos baños, tres habitaciones, un salón grande y una cocina también bastante amplia", explica.
Además de esa primera casa, completa la jornada con una segunda vivienda similar. En total, según relata, fueron cinco horas de trabajo. "Ya hice dos pisos, cada uno con dos baños, tres habitaciones, cocina, salón... y me he ganado hoy 50 euros".
Un trabajo invisible
Un trabajo de cinco horas por 50 euros que refleja una realidad habitual para muchas limpiadoras de casas en España: ingresos ajustados, horarios variables y una notable exigencia física. Y es que, aunque a simple vista pueda parecer una buena compensación, lo cierto es que la valoración depende en gran medida del contexto: estabilidad del empleo, acceso a contrato legal, desplazamientos entre domicilios, cotización a la Seguridad Social y posibilidad de generar ahorros.
Según datos disponibles, las limpiadoras contratadas por horas suelen trabajar entre 4 y 10 horas semanales en cada domicilio. Sin embargo, un 25 % supera esa carga horaria por casa. En el mejor de los casos, quienes logran encadenar suficientes empleos por horas alcanzan jornadas completas entre 37,5 y 40 horas semanales, el máximo legal previsto por la normativa actual.
Por otro lado, las trabajadoras internas, aquellas que residen en el domicilio, tienen jornadas medias de 45 horas semanales, aunque en la práctica muchas superan las 60 o incluso 70 horas, especialmente en contextos informales o sin contrato. Una situación que no solo compromete su bienestar, sino también su derecho a una vida familiar y personal fuera del trabajo.
Una situación a la que a menudo se une también la falta de reconocimiento comparado con otros sectores menos exigentes pero mejor remunerados.
