Cada vez son más las mujeres que están cambiando las reglas del juego del liderazgo. Frente a los modelos verticales, jerárquicos y muchas veces agresivos, emerge un nuevo estilo de gestión más humano, colaborativo y consciente. Uno que escucha, que acompaña y que pone a las personas en el centro.
Este nuevo paradigma no sólo mejora el clima laboral, sino que también impacta positivamente en la productividad, la retención del talento y la salud mental de los departamentos. La empatía, la flexibilidad y la confianza se consolidan como los nuevos pilares de la gestión eficaz. Y lo más interesante: ya no es una rareza. Es una realidad en expansión.
Susana Arribas, directora de Comunicación y Engagement en la división de Productos Profesionales de L’Oréal, lo expresa con claridad: “Coordino un equipo directo, pero para mí lo importante es trabajar sin silos: colaboramos mano a mano con otras áreas y con un ecosistema de agencias expertas que considero igualmente esenciales".
La directiva asegura practicar "un liderazgo horizontal, basado en la confianza, la escucha activa y la autonomía. Lo elegí porque creo profundamente en el poder del grupo y en que las ideas más potentes florecen en un entorno seguro y libre de egos".
A veces, añade, "se espera una figura más ‘clásica’ o directiva, y hay quien confunde cercanía con falta de firmeza. Pero coordinar desde lo humano es también una forma potente de transformar desde dentro".
Liderar sin perder la esencia
Marta C., fundadora de una consultora y madre de tres hijos, confiesa que al principio sintió que tenía que endurecerse: “Durante años creí que debía mostrar dureza. Con el tiempo aprendí que mostrarme vulnerable, pedir ayuda y escuchar sin juicio me ha hecho más fuerte como jefa".
"La confianza ha sido mi herramienta más poderosa", añade. Y no está sola. Un informe reciente de Harvard Business Review revela que las mujeres obtienen mejores puntuaciones que los hombres en 17 de las 19 competencias evaluadas en liderazgo, destacando especialmente en integridad, desarrollo personal y empatía.
Desde el mundo de la salud mental, una experta psicóloga organizacional advierte: “Cuando este se basa en el miedo genera obediencia a corto plazo, pero burnout a largo plazo". En cambio, desarrolla, "el ejercido desde la escucha crea equipos sostenibles y resilientes".
Esta filosofía está permitiendo transformar no sólo a los departamentos, sino también a las propias organizaciones. Y la diversidad en estos relatos refuerza la amplitud de esta nueva mirada.
Imagen de archivo de una directiva.
“No creo en mandar desde el control, sino desde la confianza. Aprendí a crecer en el andar: escuchando, equivocándome, aprendiendo de otros. El liderazgo se construye en lo cotidiano, cuando las personas se sienten vistas y respetadas”, explica Violeta Lunar, gerente de Negocios Internacionales en la Cámara de Comercio e Industria de Córdoba (Argentina).
El cambio no es sólo emocional, sino estructural: las compañías que implementan modelos inclusivos y conscientes tienen un 21% más de probabilidades de superar a su competencia en rentabilidad, según un estudio de Deloitte.
Empatía y resultados
“Liderar es acompañar. Crear redes que sostienen. El mentoring no es solo transferencia de conocimiento, sino crear un espacio donde otras mujeres puedan crecer sin miedo”, afirma Yolanda R., CRM Manager para el clúster del sur de Europa en Royal Canin y responsable del programa Women Iberia.
También Jessica B., veterinaria y Key Account Manager, comparte cómo trabaja la inteligencia emocional con su equipo: “La profesión veterinaria es hoy mayoritariamente femenina, pero aún me encuentro con hombres que no quieren negociar conmigo por mi aspecto o por no sentirse cómodos".
Afortunadamente, dice, "trabajo en una empresa que defiende la igualdad. Pero aún queda camino por recorrer”. Su historia es un recordatorio de que liderar desde lo humano no está exento de desafíos. Requiere coraje, claridad y una visión profunda de lo que significa construir espacios donde todas las voces importan.
Una mirada experta
La psicóloga Ana Moreno Ruiz, experta en salud emocional en empresas, lo resume así: “El nuevo liderazgo basado en la empatía, flexibilidad y escucha activa ayuda a reducir el estrés y prevenir el burnout, impulsando la motivación y el sentido de pertenencia".
Y añade: "Frente a los modelos autoritarios, coordinar desde lo humano transforma a la organización en un espacio más saludable". Porque trabajar con humanidad no es una moda: es una revolución silenciosa. Y estas mujeres la están protagonizando sin alzar la voz, pero dejando huella.
