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A la hora de solicitar una hipoteca en España, contar con algo de ahorro previo es importante, pero no es lo único que se tiene que tener en cuenta. Los ingresos mensuales son igual de decisivos, ya que marcan el límite real de lo que cada persona puede permitirse financiar sin poner en riesgo su estabilidad económica.

La clave está en no superar un nivel de endeudamiento saludable, aunque calcularlo no siempre resulta fácil. Por suerte, cada vez más expertos se animan a calcularlo a través de redes sociales como TikTok, donde en este caso, una experta y asesora inmobiliaria de la agencia Intervivienda con sede en Vigo, ha aclarado los números a aquellas personas que cuenten con un sueldo de 1.300 euros en España.

Tal y como explica la asesora inmobiliaria, este cálculo es bastante sencillo: "Los bancos marcan un ratio de endeudamiento en función de los ingresos estables que tengamos, es decir, nuestra nómina, de un 35% lo normal."

¿Esto qué quiere decir? Que una persona que cobre 1.300 euros el 35% de sus ingresos fijos son 455 euros, eso es lo que el banco nos va a permitir que paguemos como cuota mensual de hipoteca".

A partir de ahí, se traduce ese límite en una cifra concreta de préstamo hipotecario: "Si lo traducimos a un tipo de interés de un 2,50%, que se puede conseguir en este momento como tipo de interés fijo para una compra de vivienda, una persona que cobre 1.300 euros al mes, podría acceder a una hipoteca aproximadamente de entre 100.000 y 110.000 euros", desvela.

Esa diferencia depende del plazo elegido y del importe final. "Con 100.000 euros tendríamos, a 30 años y con un tipo de interés de un 2,50%, una cuota mensual de 395,12 euros. Si nos subimos a 110.000 euros de hipoteca, nos sube a 434,63 euros al mes", detalla la experta.

Todo ello, teniendo en cuenta que también es necesario contar con ahorros suficientes para cubrir la entrada de la vivienda (normalmente un 20%) y los gastos de compraventa (en torno al 10%), algo que muchos compradores primerizos suelen pasar por alto.

Qué ahorro es necesario

Aunque lo más común es que las entidades financien hasta el 80% del valor de la vivienda en la gran mayoría de los casos, también existen hipotecas al 90% e incluso al 100% en determinados casos.

Esto ocurre especialmente cuando la tasación es significativamente superior al precio de compraventa, si el solicitante cuenta con un perfil económico muy solvente o si se aporta una doble garantía.

Sea cual sea la financiación que asuma la entidad bancaria, conviene tener ahorrado al menos un 10% o un 20% del valor de la vivienda, con el fin de cubrir la entrada y los gastos de compraventa que pueden variar entre 8.000 y 12.000 euros.

Para una vivienda de 110.000 euros, esto puede suponer un desembolso inicial cercano a los 30.000 euros, algo que sobre todo para muchos jóvenes y compradores primerizos sigue siendo un gran obstáculo en España.