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En España, el número de funcionarios en el año 2025 supera los 1,6 millones. Una cifra que evidencia cómo aspirar a ser funcionario es una de las opciones favoritas entre los españoles.

Las razones son claras: estabilidad, horarios compatibles con la vida familiar y personal, vacaciones generosas y una jubilación asegurada. Pero no todo es tan idílico como parece. Así lo advierte la funcionaria Laura Daporta a través de uno de sus últimos vídeos en sus redes sociales (@laumissdoors).

"Los niños comienzan el colegio y muchos pensaréis que los profesores estuvimos de vacaciones hasta el día de hoy. Error. Puedo deciros que muchos profesores llevan dos meses de vacaciones, pero también tengo que deciros que parte de ellos formaron parte de un tribunal y seguramente estuvieron hasta el veintipico de julio trabajando", asegura.

Por lo tanto, "ni siquiera tuvieron un mes y medio de vacaciones y luego estamos los pringados o pringadas como yo y mis compañeras que formamos parte de un equipo directivo y que hemos tenido un mes de vacaciones", denuncia.

Un arranque del curso escolar que requiere de semanas de trabajo burocrático previo, planificación de horarios, organización interna del centro y contacto con familias. "Por supuesto a muchas personas que estén viendo este vídeo, un mes de vacaciones les parecerá mucho, pero qué os parecería que haciendo el mismo trabajo, unos tuviesen un mes de vacaciones y otros dos. Pues me parece muy injusto. Y diréis: legalmente tienes las mismas vacaciones que ellos, correcto. Pero tengo muchas más responsabilidades".

Esta funcionaria recalca que formar parte del equipo directivo implica asumir responsabilidades extra sin una compensación salarial o en tiempo libre equivalente. "Eso quiere decir que si yo quiero que mi centro educativo vaya bien, voy a tener que trabajar prácticamente todo julio y la segunda quincena de agosto también", asegura.

"Este ha sido mi caso y el de mis compañeras. Empezamos la segunda quincena de agosto para asegurarnos de que este curso escolar comience de forma correcta porque este año decidieron que las clases empezasen el 8 de septiembre", explica.

La exigencia del calendario escolar se traslada directamente al personal docente, en especial al equipo directivo del cual Daporta forma parte: "La mayoría de las familias estarán contentas porque es la vuelta a la rutina, a los peques les viene genial porque llevan ya mucho tiempo de vacaciones y las familias, por trabajo, también tienen que hacer números para saber dónde dejar a sus niños".

Pero según esta funcionaria, aquí es donde entra "el trabajo del profesorado invisible. No tenéis ni idea de la burocracia y del papeleo que hay que hacer antes de que los niños comiencen las clases".

Cinco días para preparar el curso escolar

Uno de los puntos más criticados por la funcionaria es el escaso margen que se da para organizar todo. Este año, según explica, solo han tenido cinco días oficiales para preparar el curso escolar, una tarea que implica desde coordinar horarios hasta cerrar programaciones, reuniones con el claustro, revisar instalaciones o gestionar matrículas de última hora.

"Este año nos han dado cinco días para preparar un curso escolar. Eso es un auténtica locura. No voy a ponerme a explicar todo el procedimiento que hay que hacer previo a que los niños empiecen pero os prometo que en cinco días no da tiempo ni de broma, por lo menos si lo quieres hacer bien", asegura.

"Aquí es donde nosotras tenemos que condenar parte de nuestras vacaciones para que el trabajo salga como nosotros queremos", confiesa.

En su denuncia, Daporta no busca reconocimiento, pero sí exponer una injusticia frecuente en el sector público educativo. "No quiero que me aplaudan, ni quiero ir aquí de la más trabajadora del mundo pero sí que es algo muy injusto. A mí no me pagan por hacer horas extras, a mí no me van a subir el sueldo por hacer las cosas muy bien. Pero bueno es lo que hay, yo solo vengo a quejarme", concluye.