Si te hablamos de Cristina Moya seguramente no te diga nada, pero, si te decimos que se trata de la "albañila de TikTok" seguramente te suene de haber visto alguna entrevista televisiva o simplemente una de las decenas de vídeos virales que esta mujer, también conocida como "Kiki la albañila", sube a sus redes sociales.
"Cuando empecé nadie quería darme una oportunidad. Iba a las obras y me miraban como si me hubiera perdido", recuerda Kiki. Lleva dos décadas trabajando en construcción, rodeada de hombres, cargando sacos de cemento y diseñando cocinas de cero.
Su trayectoria profesional va mucho más allá de una profesión. Se trata de una vocación, además de una lección de vida, de feminismo real y de orgullo propio. A través de sus cuentas en redes sociales, Kiki comparte día a día sus experiencias en la obra, entre martillazos y risas.
Pionera en un mundo de 'hombres'
Con poco más de 20 años, Kiki decidió apuntarse a una escuela de oficio para aprender construcción. No tenía referentes femeninos ni nadie en su familia que se dedicara a esto, pero tenía claro que quería construir con sus propias manos. Estuvo dos años formándose hasta convertirse en oficial, especializándose en alicatado y soldadura.
La realidad, al salir al mundo laboral, fue más dura de lo esperado: "Llegaba a las obras a pedir trabajo y me veían tan joven y mujer, que directamente me decían que no, que no necesitaban a nadie".
Así que empezó como muchas tantas mujeres fuertes, haciendo pequeñas obras para amigos, reformando cocinas por su cuenta y acumulando experiencia hasta que no pudieron ignorarla más. No obstante, a día de hoy, Kiki tiene trabajo para elegir.
La llaman para reformas completas, instalaciones de placas solares, soldaduras industriales y todo tipo de obras. "Me encanta lo que hago. No hay nada como ver la cara de un cliente cuando ve cómo ha quedado su cocina. Esa es mi gasolina", confiesa.
El machismo en la construcción
Kiki no se anda con romanticismos: "Hay días que llego a casa reventada, sin ganas de hablar. Es un trabajo duro, si no te apasiona, lo dejas". Pero, sin duda, lo que más le cuesta es lidiar con el machismo aún tan presente en el sector.
Según el Observatorio de la Construcción, solo el 11,2% de los trabajadores del sector son mujeres. "Y de esas, pocas se manchan las manos", matiza Kiki. "Arquitectas, técnicas de prevención… sí, hay más. Pero de las que estamos al pie de obra, muy pocas".
Al preguntarlo si ha sufrido machismo, no duda en contestar: "Por supuesto. Te miran raro, algunos jefes te hacen la vida imposible o directamente no quieren contratar mujeres. Es absurdo. Pero yo sigo, porque tengo claro que estoy haciendo más por la igualdad que muchos políticos".
"Aquí estoy yo, con 50 hombres, demostrándoles que puedo hacer el mismo trabajo. No necesito discursos, lo demuestro cada día con mis manos". Pero Kiki, ha encontrado en las redes sociales una forma de conectar con otras mujeres como ella. "He hablado con albañilas de Perú, de Argentina, de Madrid… Somos pocas, pero estamos". En TikTok enseña desde cómo alicatar un baño hasta cómo hacer una instalación fotovoltaica.
Su comunidad no para de crecer y muchas mujeres jóvenes la escriben para decirle que se han animado a estudiar FP o a probar algo que nunca se atrevieron a hacer. "Es muy fuerte pensar que puedas inspirar a alguien con solo mostrar tu día a día, pero pasa".