Víctor Manuel y Ana Belén son, posiblemente, la relación entre artistas más longeva que existe en España. Llevan juntos 53 años y, a pesar de que cuando ella hace memoria habla de un flechazo, se trata de una conexión que muchos se preguntan cómo conseguir. Y, sobre todo, cómo mantener.
Juntos forman una de las parejas más estables del panorama nacional y el secreto es una de las cuestiones más habituales en las entrevistas que conceden, como es el caso de la que realizó Víctor Manuel en Y ahora Sonsoles.
De acuerdo con el cantautor y productor musical, el secreto de su matrimonio de más de medio siglo es la "provisionalidad". "Nunca pensamos en cumplir las bodas de oro porque pensábamos que se podría haber acabado al día siguiente", confesó a la presentadora.
La provisionalidad en un matrimonio de 53 años
Ana Belén y Víctor Manuel se enamoraron en los 70 tras conocerse en un hotel y, tras coincidir en un rodaje semanas después, decidieron comenzar como una de las parejas más emblemáticas del panorama musical español.
Tan solo un año después, se fueron a Gibraltar para casarse por lo civil cuando en España no era posible en pleno franquismo. Desde entonces, su vida privada se ha desarrollado en una esfera privada, mientras que su conexión es vista y conocida por todos.
El secreto, para Víctor Manuel, ha sido la provisionalidad. Un sustantivo que también utilizó su esposa, Ana Belén, en una entrevista con El País.
"Lo raro es estar juntos", expresó, "ni Víctor entró en mi vida siendo el primero, ni yo en la suya. Pero siempre hubo una idea de provisionalidad. No dar las cosas por hecho es bueno siempre, y en una relación, más".
El cantautor también habló del tema en una entrevista con Uppers. "Si nuestra relación no fuese provisional, estaríamos cada uno por su lado", comenta.
"Lo que no es eterno lo cuidas, te esmeras más, te preocupas, estás más atento a todo, a no meter la pata, a no ser egoísta, a no ser un 'cabroncete' con la otra parte… Y bueno, esas cosas que salen bien”, explica el asturiano al medio citado.
Ana Belén y Víctor Manuel, siempre juntos.
La provisionalidad, entendida no como inestabilidad ni como falta de compromiso, sino como una forma consciente de no dar nada por sentado, puede ser uno de los pilares más sólidos sobre los que se construye una relación duradera.
Puede aportar grandes beneficios a los miembros de la misma, como el autoconocimiento, la exploración de la compatibilidad y la reducción de la presión por compromisos a largo plazo.
En el caso de Víctor Manuel y Ana Belén, esta provisionalidad también les ha ayudado a afrontar el tiempo que han pasado separados, ya que promueve la independencia.
La provisionalidad promueve —y hasta exige— una forma de independencia emocional y personal que es fundamental para que una relación madura y saludable se sostenga en el tiempo.