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Según la Clínica de Barcelona, la depresión es "un trastorno del estado de ánimo que no solo despliega su sintomatología en relación con un bajo estado anímico y una negatividad evidente, sino que también se caracteriza por los síntomas físicos y conductuales". Todos conocemos los indicios más obvios; sin embargo, en los últimos años se ha descubierto que este desorden también tiene una afectación a nivel cognitivo.

Tal y como recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los síntomas de la depresión encontramos la alteración del sueño, cambios en el apetito, sensación de cansancio… pero también dificultad para concentrarse, pérdida de memoria e, incluso, dificultades en la comprensión lectora o distracciones frecuentes. Una sintomatología que, además de ser preventiva, se ha descubierto tener relación con otros trastornos, como la demencia o el alzheimer.

Así lo ha explicado la médico psiquiatra Rosa Molina, acompañada de la neuróloga Nuria Pilar Riesco. En sus redes sociales, las expertas han expuesto un problema muy común, que es la frontera entre la depresión o trastorno de ansiedad y la demencia, y su dificultad de identificar los síntomas teniendo en cuenta la similitud entre ellos.

La similitud entre la depresión y la demencia

Según recoge la Revista Española de Geriatría y Gerontología, la depresión puede ser un predictor de demencia. "Este trastorno del estado de ánimo en la vejez, además de afectar a la calidad de vida del paciente, lo sitúa en mayor riesgo de padecer deterioro cognitivo, depresión inmunológica y diversas enfermedades subyacentes", indican. De hecho, hay más casos de depresión entre individuos con demencia que entre la población en general.

Además, la sintomatología es muy parecida en ambos casos. "Las personas que tienen un trastorno depresivo o de ansiedad pueden presentar síntomas similares a los de la demencia. Por ejemplo, dificultad de atención, concentración, fallos de memoria, dificultad para planificarse, lo que llamamos función ejecutiva", explica la psiquiatra Rosa Molina, "esto es lo que conocemos como pseudodemencia".

La pseudodemencia, a menudo llamada pseudodemencia depresiva, es un síndrome clínico donde los síntomas cognitivos, como problemas de memoria y atención, se presentan en personas con trastornos psiquiátricos, especialmente depresión. A diferencia de la demencia, es reversible con tratamiento adecuado de la causa subyacente, como la depresión.

De hecho, algunos estudios sugieren que hasta un tercio de los casos de Alzheimer, la demencia más común en nuestra sociedad, puede ser prevenido con la eliminación de algunos factores de riesgo o, simplemente, con la identificación de otro tipo de trastornos, como la depresión, en una etapa temprana de la vida.

Los síntomas de la depresión, o incluso de la ansiedad, especialmente cuando aparecen en edad adulta o en la vejez, puede generar confusión tanto en el entorno familiar como en el ámbito clínico. "Por este motivo, muchas veces, antes de ir al neurólogo, es importante tratar o mejorar ese cuadro depresivo o ese cuadro de ansiedad, porque estos síntomas de pseudodemencia van a mejorar cuando mejore el cuadro clínico", indica Molina.

Muchas veces, antes de derivar al paciente a un neurólogo o realizar estudios especializados para diagnosticar una demencia, conviene abordar primero el estado emocional. Según la revista mencionada, "los individuos con historia previa de depresión tienen casi el doble de riesgo de desarrollar demencia que los individuos sin historia de depresión".