No es secreto para nadie que después de las vacaciones de Navidad cuesta más hacer clic y volver a la normalidad del día a día. Tras las fiestas, los reencuentros con amigos y esas comidas familiares que a veces parecen no tener fin, muchas magas comienzan el nuevo año con el propósito de cuidarse mejor y retomar hábitos saludables. Pero ¿cómo podemos conseguir que la cuesta de enero sea más fácil?

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Después de los descontroles de horarios y los excesos navideños, tenemos que volver a acostumbrar a nuestro cuerpo al estilo de vida que llevaba antes. Sin embargo, algo que no deberíamos hacer, y que precisamente es lo que lleva a que nuestro objetivo se vea frustrado, es modificar drásticamente nuestra rutina

3 CLAVES PARA UNA VUELTA A LA RUTINA FÁCIL

Pasar del 'todo' a la 'nada' no es la solución si queremos volver a la rutina de forma fácil y saludable. Siempre es mejor optar por cambios progresivos y amables tanto con el cuerpo como con nuestra mente. No hay un cuerpo saludable sin una cabeza saludable, porque es ahí desde donde empezaremos a cuidarnos.

Igualmente, debemos marcarnos objetivos realistas para poder afrontar esta reincorporación a la rutina sin quebraderos de cabeza y abandonando cualquier sentimiento de culpa en el proceso.