Publicada

De acuerdo con un estudio realizado L’Oréal, 9 de cada 10 españolas se tiñen el pelo. Según los datos, cubrir las canas es el objetivo del 71% de ellas, especialmente a partir de los 35 años, mientras que solo un 11% quiere cambiar de color radicalmente y un 14% realzar su tono natural.

Sin embargo, desde el 2015 que se realizó la encuesta hasta el día de hoy, las cifras han cambiado. Según un estudio de 2019, solo el 21% de las mujeres españolas se plantea no teñirse las canas, mientras que un 53% las considera una seña de identidad y estilo.

De hecho, más que tapar las canas, la mayoría de ellas opta por métodos que las neutraliza. Es el caso de los baños de gloss, una técnica muy empleada en la peluquería de María Baras que busca disimular los mechones blancos y evitar los tintes.

En qué consisten los baños de gloss

Los baños de gloss, también conocidos como glossing o baños de brillo, son un tipo de tratamiento capilar semipermanente cuyo principal objetivo es mejorar el aspecto y la textura del cabello, aportándole brillo y suavidad.

Sin embargo, en las peluquerías este tratamiento va un paso más allá y se emplea para matizarlas y suavizar el contraste entre estas y el resto del cabello.

A diferencia de los tintes tradicionales, los baños de gloss no penetran profundamente en la fibra capilar ni alteran su estructura interna, sino que actúan recubriendo la cutícula del pelo con una capa protectora que refleja luz y da una apariencia más saludable.

Todo ello se debe gracias a su fórmula, que suele combinar pigmentos suaves con ingredientes acondicionadores, aceites y agentes selladores que envuelven la fibra capilar sin alterar la estructura interna.

Esto significa que no levantan ni aclaran el color natural del cabello, sino que se deposita superficialmente para potenciar el tono existente o añadir matices temporales.

Sin embargo, a pesar de que su formulación sea beneficiosa para el cuero cabelludo y la propia melena, la realidad es que esto es una desventaja para su papel de cubrir canas.

Debido a que no contiene amoníaco ni suele usarse con antioxidantes fuertes, su poder de cobertura es limitado. Lo que hace es integrarlas con el resto del cabello, es decir, las hebras blancas se tiñen ligeramente y adquieren reflejos que se integran con el tono general.

Aun con esta "limitación", los baños de gloss son muy apreciados para tratar los cabellos con canas porque mejoran notablemente su textura.

Las canas, por naturaleza, suelen ser más ásperas y porosas, lo que les hace perder brillo y dificultar su peinado. Al aplicar una película acondicionadora, este método suaviza la cutícula y aporta reflejos luminosos, lo que da un efecto de melena más uniforme.

Es decir, aunque no sustituye a una coloración permanente para cubrir canas intensamente, sí es una alternativa excelente para quienes prefieren un acabado más natural y un proceso menos agresivo, especialmente para espaciar coloraciones.