Quien no se lava el pelo y, acto seguido, se cepilla el pelo mojado. Parece un gesto inofensivo y muy generalizado en la sociedad. Sin embargo, y a pesar de ser un gesto casi diario, tiene consecuencias.
Un hábito que, aunque aparentemente inocente, podría estar dañando tu cabello tanto como un tinte químico. Así lo advierte la doctora Alba Gómez, experta en salud capilar del Instituto Médico Ricart. El cabello no es tan resistente como se puede pensar. Para entender por qué este gesto puede ser tan perjudicial, hay que conocer un poco más sobre cómo está formado el cabello.
Cada hebra está recubierta por una fina capa oleosa natural, una especie de barniz que lo protege del agua, de la fricción y de los factores externos. Esta capa evita que la humedad penetre en exceso, manteniendo la estructura interna del pelo intacta.
Debajo de esa capa protectora se encuentra la corteza, compuesta por fibras de queratina entrelazadas que dan al cabello su forma y resistencia.
Cuando el pelo está seco, estas fibras están bien unidas. Pero cuando está mojado, se debilitan y se separan, volviendo el cabello más frágil y vulnerable al daño.
Las consecuencias de peinar el pelo mojado
La doctora Gómez lo deja claro: peinar el cabello justo después de lavarlo es un error que muchas personas cometen sin saberlo. “Peinar el pelo mojado o recién lavado es un error tan grave como aplicar tintes químicos”, afirma con contundencia.
La razón es sencilla, pero sería que, al cepillar el cabello mojado, se ejerce una fricción directa sobre una estructura debilitada.
Esto puede generar microfracturas invisibles que, con el tiempo, deterioran la salud del cabello, lo vuelven quebradizo, con puntas abiertas y sin brillo.
Dormir con el pelo húmedo
Otro gran error que se suele cometer es que si, además de cepillarlo, sueles dormir con el pelo mojado, el daño puede multiplicarse. Durante la noche, el roce constante con la almohada provoca roturas y debilita aún más la fibra capilar.
Si pensabas que dejar secar el pelo de forma "natural" era siempre lo más saludable, ahora sabes que no lo es si vas a la cama sin secarlo.
La doctora recomienda siempre secar el cabello antes de acostarse y, si es posible, esperar a que esté seco o semiseco antes de desenredarlo. Para hacerlo sin dañarlo, aconseja el uso de peines de púas anchas y movimientos suaves, evitando tirones.
Otros enemigos del cabello
Aunque cambiar de look es tentador, los tintes permanentes y tratamientos como alisados o permanentes también afectan gravemente al cabello.
"Actúan directamente sobre la corteza, desestructurando la melanina y los enlaces de queratina que dan forma al cabello", explica Gómez. Cuanto más radical es el cambio de color, mayor es el daño.
Además, el uso excesivo de planchas, rizadores y secadores también representa un gran peligro si no se usan correctamente. La queratina comienza a descomponerse a partir de los 190 °C, lo que significa que muchas veces, sin saberlo, estamos "friendo" literalmente nuestro cabello.
Vapor y calor controlado
La doctora Gómez comparte un truco que puede marcar la diferencia: "Mantener una cierta humedad en el cabello mientras se usa calor, por ejemplo con vapor, ayuda a evitar que la temperatura suba demasiado y dañe la queratina".
Es por ello que recomienda dispositivos de peinado con tecnología de vapor que permiten moldear el cabello mientras lo protegen.
Además, más allá del cepillado y los tintes, hay enemigos silenciosos que también debilitan tu melena: el sol, la humedad ambiental y la contaminación. El sol oxida la melanina del cabello, lo aclara y lo vuelve más débil, mientras que la contaminación aumenta el frizz y deteriora la fibra capilar.