A sus 36 años, Blanca Suárez sigue siendo una de las actrices más admiradas del panorama cinematográfico español. Con su belleza natural, su estilo inconfundible y ese brillo especial en la mirada, ha conquistado tanto la gran pantalla como las alfombras rojas.
Pero si hay algo que no pasa desapercibido es su piel impecable, luminosa y siempre luminosa, incluso sin una gota de maquillaje. Es una de las grandes características de la guapísima actriz.
Lo que muchos no saben es que detrás de ese rostro radiante no hay tratamientos imposibles ni cosméticos inalcanzables, sino un gesto sencillo y lleno de significado: usar agua de rosas después de desmaquillarse, un ritual que Blanca aprendió de su madre y que se ha convertido en su truco infalible para mantener la piel joven, fresca y equilibrada.
Según explica la farmacéutica Rocío Escalante, el agua de rosas no contiene alcohol ni conservantes, lo que la convierte en un tónico natural ideal para todo tipo de pieles. Tiene propiedades antiinflamatorias, calmantes, regenerantes e incluso antiedad, lo que ayuda a mantener la dermis firme, jugosa y sin rojeces.
Se puede aplicar de muchas formas: con un algodón, como paso final en la limpieza facial, o pulverizando directamente sobre el rostro con los ojos cerrados. Blanca prefiere esta última opción: un gesto rápido, delicado y altamente efectivo para dejar la piel preparada para descansar y regenerarse por la noche.
El ritual nocturno de Blanca Suárez
"Mi madre me recomendó usar spray de agua de rosas después de desmaquillarme para tener una piel más luminosa", confesaba recientemente la actriz. Un secreto de belleza que ha pasado de generación en generación y que, lejos de ser una moda pasajera, tiene una base científica sólida y múltiples beneficios para la piel.
El agua de rosas, especialmente si es pura y 100% natural, como la de Rosa de Damasco, es rica en vitaminas del grupo B, C y E. Se trata de un auténtico tesoro cosmético que hidrata, calma, refresca y equilibra el pH de la piel sin agredirla ni irritarla, lo que la hace perfecta incluso para las pieles más sensibles.
El momento más importante para este ritual es, sin duda, la noche. Después de un día de rodajes, eventos o sesiones de fotos, la piel de Blanca necesita calmarse y recuperar su equilibrio.
Primero, elimina el maquillaje con productos suaves, a veces agua micelar, y a continuación, aplica el spray de agua de rosas para refrescar e hidratar. Un gesto sencillo que marca la diferencia en su rutina de belleza y entre los que podrás encontrar los siguientes beneficios:
- Hidratación profunda, sin engrasar ni saturar la piel.
- Efecto calmante y antiinflamatorio, ideal para pieles con rojeces o sensibilidad.
- Propiedades regeneradoras y antiedad, gracias a su alto contenido en vitaminas.
- Equilibrio del pH, lo que mejora la textura y la luminosidad natural.
- Frescor inmediato, perfecto para calmar la piel tras el desmaquillado o durante los días más calurosos.
Lo mejor es que este truco no cuesta más de 10 euros, es accesible, natural y respetuoso con la piel. No es de extrañar que cada vez más editoras de belleza, farmacéuticas y expertas lo recomienden como paso esencial para una piel sana.
Cuidarse desde dentro
Más allá de los cosméticos, Blanca sabe que una piel bonita empieza desde dentro. Aunque admite que el ritmo de vida que lleva no siempre es fácil de compatibilizar con hábitos saludables, intenta evitar las toxinas y cuidar su alimentación.
"El día que entiendes que tu cuerpo y tu piel es solo uno y para toda la vida, sí que lo valoras mucho más", afirmaba en una entrevista la actriz.
Es esa filosofía de autocuidado, sin obsesiones, pero con convicción, lo que realmente define su rutina de belleza. No se trata de buscar la perfección, sino de mimar tu piel como parte de ti misma, con respeto, constancia y cariño.
Parches para ojos, otro de sus básicos
Además del agua de rosas, Blanca tiene otro truco de belleza que no puede faltar en su neceser, sobre todo en días de poco descanso o viajes: los parches para el contorno de ojos.
"Me gusta utilizarlos porque se me hincha el contorno y quiero lucir una mirada más descansada", confesaba. Los combina con cremas ligeras y drenantes, especialmente diseñadas para esa zona tan delicada del rostro, logrando así una mirada fresca, sin bolsas ni signos de fatiga.
Lo que más enamora del ritual de Blanca Suárez no es solo su eficacia, sino su sencillez y su componente emocional. No sigue tendencias porque sí, ni se deja llevar por la presión del mundo beauty.
Prefiere confiar en aquellos gestos que funcionan, que le aportan bienestar y que, como el agua de rosas, tienen un valor sentimental por venir de alguien tan importante como su madre. Y es que muchas veces, los mejores secretos de belleza no están en un frasco de lujo, sino en ese consejo que nos dieron en casa y que ahora, años después, entendemos que vale oro.