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Si la edición de 2025 quedó marcada por el regreso a los inicios de sensualidad y desnudos —muchos recordarán el retrato de la actriz Hunter Schafer posando completamente al descubierto en una playa paradisíaca— del icónico almanaque, su apuesta para dar la bienvenida a 2026 continúa jugando con la naturaleza desde el colorismo y la búsqueda de sensaciones.

El afamado Calendario Pirelli, en una nueva edición cuya originalidad se debe al fotógrafo noruego Sølve Sundsbø, se inspira precisamente en el poder y la belleza de los cinco elementos en una narrativa visual que explora el vínculo entre el mundo natural, la emoción y la identidad. Una entrega que no ha pasado desapercibida, ni por estilo ni por sus protagonistas.

Mujeres con carreras de excepcional recorrido, cada una asociada a un concepto que da sentido a la historia que el nórdico ha captado con su objetivo. Si Adriana Arjona, Eva Herzigová y Susie Cave encarnan el agua; Du Juan y Susie Cave representan el cielo; mientras Venus Williams encarna el fuego en su sesión.

También protagonizan el calendario Tilda Swinton, con sus fotografías que remiten directamente a las flores y las plantas, como también hace Isabella Rossellini; Gwendoline Christie, evocando el éter, junto a Irina Shayk y Luisa Ranieri, que juegan con el viento bajo la guía de Sundsbø.

La actriz Gwendoline Christie, una de las mujeres retratadas en esta edición. EFE/Calendario Pirelli/Sølve Sundsbø

Juntas representan fuerzas de "misterio, imaginación, pasión, el deseo de emancipación y nuestra relación con el tiempo y el espacio", reconocía el creativo en una entrevista publicada por Pirelli en septiembre. Su propuesta parte de la nostalgia de una infancia con vistas a los paisajes noruegos que ha echado de menos durante los 30 años que lleva viviendo en Londres.

"Me encanta esa idea romántica —explorada por pintores del siglo XIX como Caspar David Friedrich— de la conexión entre los seres humanos y la naturaleza", expresó en el texto que desgrana el concepto del calendario. Este ha sido concebido como "una forma de conectarnos con nuestros orígenes".

Asimismo, la propia Pirelli destaca el carácter internacional, versátil e intergeneracional del propio reparto de protagonistas, ya que las edades de estas mujeres oscilan entre los 30 y 70 años y proceden de ámbitos como el cine, la moda, la empresa y el deporte. "Son mujeres maduras a quienes respeto profundamente por su trabajo", reconoció.

"A algunas quería conocerlas y fotografiarlas por primera vez. Con otras ya había trabajado y quería volver a fotografiarlas. Fue un poco como: '¿A quién te gustaría invitar a cenar?'", añadió Sundsbø, que en su carrera ha trabajado para grandes firmas y su trabajo ha quedado inmortalizado en portadas y editoriales para revistas como Vogue Italia o Harpers' Bazaar.

Cuando le comunicaron que había sido seleccionado para fotografiar el último calendario Pirelli, la noticia fue para este "como recibir un premio y luego tener que ganárselo", confesaba en la entrevista con Pirelli. "Desde el prestigio de los fotógrafos que lo han hecho antes, impone respeto. Pero es un gran honor y estoy muy agradecido".

La extenista Venus Williams representa el fuego en este homenaje visual a la relación entre las sensaciones humanas y los elementos de la naturaleza. EFE/Calendario Pirelli / Sølve Sundsbø

Antes de él, el calendario ha contado con nombres de la talla de Richard Avedon, Peter Lindbergh, Annie Leibovitz, Helmut Newton, Herb Ritts, Mario Testino y Patrick Demarchelier. En la edición de 2025, el encargo recayó en el estadounidense Ethan James Green, uno de los más seguidos del momento por la sensualidad y fuerza de sus retratos.

Un espejo de su tiempo

La expectación por las fotografías del Calendario no es nueva. Su historia, en realidad, se remonta a la década de los 60, en plena revolución sexual, cuando los conocidos 'calendarios de chicas' constituían una potentísima herramienta de marketing en la industria del motor.

La fórmula estaba más que probada: talleres, concesionarios y camiones decorados con estos almanaques lascivos pensados para un público exclusivamente masculino. Es en este contexto, en 1964, cuando se lanza el primero, encargado al fotógrafo e íntimo amigo de The Beatles Robert Freeman.

Este llevó a un grupo de modelos a Mallorca para condensar el espíritu hedonista de la época: sol, piel bronceada y cuerpos jóvenes que lucen trajes de baño o se tapan sólo con toallas bajo el cielo azul balear. Lo llamativo de esa sesión es que se deja atrás la estética centrada en las curvas de los 50 para pasar a looks que remiten a las it girls de entonces, como Pattie Boyd.

Ese éxito inicial consolida al calendario como un exitoso producto de su tiempo y también de su sistema, que refuerza el imaginario patriarcal de la industria del automóvil, donde la mujer aparece sobre todo como decorado glamuroso. Aun así, desde muy pronto se abren pequeñas fisuras en esa narrativa.

En 1972, Sarah Moon se convierte en la primera mujer en firmar un Calendario Pirelli y rompe radicalmente con el tono del mismo: sus imágenes suaves, casi oníricas —recuerdan a esa estética por la que poco después se haría reconocible la cantante Kate Bush—, introducen otra mirada sobre la feminidad, menos explícita y más sugerente.

Tras la pausa provocada por la crisis del petróleo entre 1974 y 1984, la publicación se convierte en el escaparate de supermodelos y fotógrafos. El gesto artístico va ganando peso, con composiciones de un estilo casi cinematográfico y narrativas que dialogan con la cultura pop y el arte contemporáneo.

La apertura contemporánea

En las últimas décadas, y muy especialmente desde el año 2010, Pirelli acelera ese giro: el calendario se ha acabado consolidando como un proyecto cultural que aspira a leer el clima de cada época. De este modo, aparecen más mujeres tras la cámara y temáticas explícitamente centradas en el talento, la trayectoria y la identidad de las protagonistas.

Ejemplo de ello es la edición de Annie Leibovitz —considerada la fotógrafa viva mejor pagada del mundo— de 2016, dedicada a mujeres influyentes de distintos ámbitos, que se suma en el historial a otras propuestas que ponen el foco en la diversidad racial, generacional y corporal.

En 2025, el calendario apostó por un enfoque sensual, retomando las raíces históricas en clave de búsqueda de la belleza revelada a través del cuerpo. Entre sus protagonistas, actores reconocidos como Hunter Schafer, de Euphoria; Simone Ashley, de The Bridgerton; o el protagonista de La Haine (Mathieu Kassovitz, 1995) Vincent Cassel.

El actor Vicent Cassel, posando para el Calendario Pirelli 2025. Pirelli

Sin abandonar del todo la sensualidad ni el juego con el deseo, el Calendario Pirelli se ha desplazado progresivamente hacia un objeto artístico codiciado, que cada final de año funciona como termómetro estético y social: un espejo, mucho más complejo, de cómo el mundo mira hoy a las mujeres y de quién tiene el poder de sostener la cámara.