Eva Belmonte es periodista y autora del blog 'El BOE nuestro de cada día'.

Eva Belmonte es periodista y autora del blog 'El BOE nuestro de cada día'.

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Eva Belmonte, la experta que te explica el BOE: "El problema de los indultos es que nunca se justifican"

La periodista, autora del blog 'El BOE nuestro de cada día', publica el 'Diccionario ilustrado BOE-español' para ayudarnos a comprender los entresijos de este documento clave.

30 junio, 2021 01:28

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El Boletín Oficial del Estado (BOE) es ese documento del que todo el mundo habla pero que pocas veces nos paramos a leer, pese a que incluye las decisiones gubernamentales que nos afectan a todos en un momento u otro (desde decretos a leyes, subvenciones, oposiciones y un sinfin de medidas). Sin embargo, la periodista Eva Belmonte se levanta cada mañana a las siete y media para ver las novedades que se publican cada día y explicarlas en su blog El BOE nuestro de cada día.

Desde hace casi una década se dedica a contar a los lectores las decisiones más relevantes del Gobierno y avisarnos si hay alguna trampa de la que no avisaron en el Consejo de Ministros. Así, se ha convertido en una profesional de referencia en la materia con casi 70 mil seguidores en Twitter.

Ahora da un paso más y publica el Diccionario ilustrado BOE-Español (Ariel) para que conozcamos ese lenguaje, a veces muy particular, que se emplea en el Boletín Oficial del Estado y no puedan darnos gato por liebre. Junto a las ilustraciones de Mauro Entrialgo, la periodista de Civio, que es experta en el tratamiento e información de datos públicos, busca transmitir sus conocimientos sobre el BOE de manera más "informal" y "democratizar este lenguaje que nos afecta a todos".

Desde qué es una real carta de sucesión, hasta una subvención o los polémicos indultos, Eva y Mauro abordan temas de actualidad y términos que, en el BOE, muchas veces no significan lo que creemos.

- ¿Qué es lo primero que debemos tener en cuenta al leer el BOE?

No dar por hecho que lo entendemos. Yo cuando empecé a leerlo hace 9 años pensaba que entendía las cosas, pero luego me daba cuenta que no tenía ni idea. Tampoco dar por hecho que las palabras significan lo mismo que en el mundo real. Al final se esconden cosas y es un poco más complejo de lo que parece. Sobre todo tienes que prestar mucha atención y fijarte mucho. No obstante, creo que una vez tienes claros los conceptos básicos es mucho más fácil entenderlo. 

- ¿Tú ahora lo entiendes todo a la primera?

Depende del tema porque más allá del lenguaje que se use, a lo mejor tienes un decretazo enorme sobre el mercado eléctrico y si no entiendes el mercado eléctrico no te enteras. Es verdad que con los años aprendes lo primero, a saber qué es cada cosa, y luego a saber qué es normal y qué es para decir 'Dios mío, qué está pasando'. Yo muchas veces leo noticias y es como: no mira, es que esto es normal pasa todos los años, lo hice la ley... Hay que saber también cómo funcionan los procesos para explicarlo a los ciudadanos y que lo entiendan cuando vaya a haber algo que les afecte.

- ¿Por qué decidiste escribir el Diccionario?

Fue porque yo, tanto en mis investigaciones periodísticas y el BOE nuestro de cada día e incluso en mis redes, soy una persona muy aséptica. Me gusta ese perfil y contar lo que ha pasado sin hacer interpretaciones. Pero es verdad que yo tenía la sensación de que cuando les explicaba cosas del BOE a amigos en un bar, en plan relajado, o colegas aquí en Civio, lo hacía en un tono que no podía usar en mi trabajo, diciendo más chorradas. Me apetecía intentar poner todo lo que sé pero desde un punto de vista mucho más relajado para que cualquier persona pudiera entenderlo sin que fuera un lenguaje con un palo en el culo. 

Por otro lado, tenía una sensación de leer y escuchar muchas cosas todos los días que no son verdad. Creo que hay una especie de desconocimiento, que no es que sea peor que en otros países, y que si la gente entiende cómo funciona el proceso de una ley no se la podrán colar, ni tampoco a los periodistas. Es intentar democratizar este lenguaje que nos afecta. Si solo lo entienden unos pocos, al final es una élite, y creo que está bien que tú lo puedas entender de primera mano, sin necesitar que nadie te lo traduzca, por lo menos lo básico.

- En el libro también incides en que muchas veces hay que mirar la letra pequeña y no quedarse solo con lo que dicen los titulares. 

Claro. Yo por ejemplo cuando hay Consejo de Ministros no publico ni una línea. Todo el mundo lo comenta y sigo la rueda de prensa, pero nunca escribo nada porque hasta que no está firmado no me interesa. Que está bien cubrir las ruedas de prensa, pero no dar por hecho que va a ser así. Yo a veces me siento una idiota que está revisando un decreto ley gordísimo para ver si la letra pequeña es lo que contaron o no, y hay veces que sí, pero muchísimas veces que no.

Por ejemplo, pasa muchísimo cuando anuncian una ayuda que se supone que llegará a muchísima gente. Luego ves las condiciones al día siguiente y dices: es que entran cuatro en esto porque son super complicadas. Y me siento un poco como la loca que está el día siguiente diciendo: un momento, que esto no es tan guay... Y ya a todo el mundo le da igual porque es un tema de ayer.

- ¿Cómo ha sido trabajar con Mauro?

Con Mauro de hecho la cosa empezó un poco de cañas. Yo tenía súper claro que quería hacer un diccionario ilustrado desde hace años y se lo iba diciendo, pero no me tomaba muy en serio. Un día ya lo comentamos más en serio y empecé a pasarle rondas de cuatro o cinco entradas y él me las devolvía con las viñetas. Entonces ha estado muy bien porque Mauro es igual de tiquismiquis que yo y de cuidadoso, y me entiende muy bien cuando le paso textos.

El ilustrador, Mauro Entrialgo, y la periodista Eva Belmonte.

El ilustrador, Mauro Entrialgo, y la periodista Eva Belmonte.

- ¿Cuál es el término más raro o que más te llame la atención que podamos encontrar en el diccionario?

Pues no sé si raro, porque al final hay términos que nos pueden parecer como muy normales y que en realidad significan otra cosa. A mí me gusta mucho 'honorabilidad' porque hay un término legal sobre lo que significa ser honorable. Entonces, el hecho de que una palabra que a priori todos entendemos porque es totalmente subjetiva sea un término legal, es algo que me fascina.

Luego, mis favoritos por encima de todo son 'sancionar' que es un poco explicar cómo firma el Rey las leyes. Visto lo visto estos días con Ayuso parece que era necesario explicarlo porque no quedaba muy claro. También, 'expresidente', pero porque también es de las viñetas que más me gustan de Mauro. 

- ¿Cuáles son las dudas más frecuentes de la gente a este respecto?

Normalmente son las cosas que les afectan. Es verdad que este año ha desvirtuado todo. Eran cosas muy personales y yo lo pasaba muy mal por ejemplo cuando la gente me decía: se ha muerto mi madre, no sé si puedo hacer esto... era como Dios, voy a hacer todo lo posible para echarte una mano, pero era una situación súper compleja. También me llegan muchas tipo: he leído que el BOE dice que te pueden ocupar la casa, o cualquier otra burrada. Muchas veces cuando hago hilos en Twitter explicando cosas es porque veo rular noticias en las redes sociales y no se ha entendido nada.

- ¿Cómo ha sido este año traducir los BOEs con el estado de alarma, la pandemia y todo?

Ha sido agotador porque no solo estaban los BOEs normales, que ya iban cargadísimos, había sextraordinario por la noche y los domingos, que era mi único día libre y dejó de serlo. Además era una locura porque no solo estaban preñados, todo eran normas complicadísimas que se habían hecho corriendo, a última hora y mal (con esto me refiero a que tenían una técnica legislativa muy pobre y a veces la misma norma se contradecía sí misma). Si a mí, que estoy acostumbrada me costaba entenderlo, no me quiero imaginar a la gente que no suele leerlo.

Luego hay una parte muy bonita que es que todo el mundo confíe en ti en medio del caos. Fue muy estresante porque no paraba, y cuando abrimos el consultorio respondíamos un montón de preguntas cada día un montón de gente, pero de repente me di cuenta de que me había convertido en referente para mucha gente. Y creo que es muy difícil en periodismo conseguir que confíen en ti. Es muy guay porque tenía la sensación de ser útil. 

- Hoy -la entrevista se realizó el 23 de junio- se ha publicado en el BOE los indultos a los presos del procés y han generado mucha polémica. Tú has escrito un artículo al respecto en el que señalas que "los decretos de indulto incluyen la clásica coletilla vacía de contenido, pero cambiando 'justicia y equidad' por 'razones de utilidad pública'". ¿Qué me puedes contar sobre ello?

Básicamente la publicación de los indultos de hoy es exactamente igual que la de los indultos de los últimos años. Esta coletilla para mí es relevante porque con el caso del kamikaze, en una ronda de indultos en 2017, el Supremo dijo que tenían que razonarlos, pero no se volvió a hacer. A partir de entonces pusieron esta coletilla porque la ley dice que puede ser por razones de justicia y equidad o de utilidad pública.

En estos indultos se decidió usar lo de 'utilidad pública' y la única diferencia es que han puesto una frase es que añaden: 'Atendiendo a la información que publica el expediente'. Pero claro, ahí es como: bueno publicad el expediente y entonces lo podremos ver. Por eso me centro mucho en esto. Mi teoría es que la sentencia del Supremo pretendía que los indultos se justificasen y esa coletilla que no justifica nada.

Por otro lado, llevamos semanas argumentando que si se dan, que si no, que cuáles son las razones... Los indultos normalmente son una cosa opaca y ni siquiera se anuncian, pero este era un buenísimo momento para justificarlos. ¿Por qué no aprovechas estos argumentos que tienes tan claros y que según tú son tan fuertes y ya abres camino para que se haga así siempre? Es que muy fuerte que no se justifiquen. Porque yo, sin tener una posición clara sobre si están bien o mal, si son útiles o no, creo que cualquier decisión que se tome tiene que estar argumentada. Es algo que tiene que ser público e incluirse en el mismo decreto y no en un informe que se filtre a según qué medios. 

- ¿Crees que los medios explicamos bien las normas y todo lo que va saliendo en el BOE?

Cuando se puede, sí. Pero hay un problema y es el mismo en todos los medios y en cualquier otra disciplina: que sin especialización y sin tiempo para ver las cosas es muy difícil hacerlo bien. Cuando yo trabajaba en un medio grande a veces tenía que hablar de no sé que ley que se había probado y ni me leía porque no tenía tiempo y debía que hacer otras 10 cosas ese día. Así que creo que se habla poco y mal en los medios de cómo funcionan lo público, y también se entiende poco y mal. Pero no es que se quiera hacer mal a propósito.

Lo único que a mí sí me enfada mucho es cuando hay algún error sobre algo del BOE y yo en privado siempre a todo el mundo le aviso porque soy muy tiquismiquis. Pues que no se corrija me pone nerviosa, porque una cosa es que no sepas del tema y la cagues y otra es que cuando te dicen que está mal, lo mantengas. Eso no lo puedo defender.

- ¿Hay suficiente transparencia por parte de las instituciones?

No hay transparencia en absoluto. Hay un déficit muy bestia, más que en transparencia y rendición de cuentas, en justificar las decisiones, en explicar el proceso para aprobar la norma: con quién has hablado, qué te han dicho los lobbies, justificame de verdad con un informe que esto tiene sentido y no es una cosa que se te ha venido a la cabeza de repente. Hay una opacidad absoluta porque hay una explicación que siempre es que 'la gente no lo va a entender'. Hay un tratamiento como si la gente fuera idiota, que es algo que me molesta mucho.

Y por mucho que haya mucha gente diciendo que hay un avance de la hostia en materia de transparencia en España porque se aprobó una ley, no es así. Nosotros cada año pedimos la lista de asesores, del personal eventual, y hemos ido a juicio con algunos organismos, teniendo que reclamar al Consejo de Transparencia... Una vez el Tribunal de Cuentas se negó a darnos los nombres de su personal eventual porque decían que no eran asesores, pero entonces es como bueno, no les contratos como eventuales, coge a funcionarios. Quiero decir, incluso en cosas tan bestias como asesores de los ministros, llevamos años peleando para que nos den los nombres. 

- Por último, ¿algún BOE que te haya llamado la atención?

Hay un montón de cosas. A mí cuando empecé a leerlo lo que me llamaba más la atención el tema más personal tipo: el señor Pepito, que nadie sabe dónde está desde hace no sé cuántos años pues lo ponemos en el BOE y si nadie dice nada en 15 días, le damos por muerto porque cuando desapareció hace 30 años y entonces tenía 80. También me lo paso muy bien cuando hay expedientes de Bien de Interés Cultural porque te explican que es de tal época y te montan de repente una película que no encaja en el texto.

También gracias al BOE encontré la historia de 'el señor de la grúa'. Cuando veo que un funcionario pierde su plaza o un indulto me voy a ver la sentencia para saber qué pasó. Entonces, en el BOE leí que habían condenado a unos policías y en la sentencia estaba esta historia. Resulta que era un señor que estaba trabajando por la noche y de repente vio como estos señores metían a una chavala en el coche, sin saber que eran policías. Se fue detrás de ellos con su grúa por todo Madrid, de madrugada, llamó a la policía, los retuvo y les retuvieron. A veces hay historias así escondidas.

Luego con casi todos los indultos o rondas de indultos hay alguno que te enfada mucho. Siempre hay algún exconcejal que pringó; otro que fue condenado por un delito contra el medio ambiente de la hostia y se le ha perdonado porque 'pobrecito'; el que amenazó de muerte a una tipa a la puerta de su despacho... Te enfadas porque encima estos indultos no se anuncian, es sorpresa.