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Antes incluso de poner el motor en marcha, el examen práctico de conducir incluye un pequeño filtro que pone a prueba los nervios y los conocimientos básicos del alumno. Adri, profesor de Ahí Voy Autoescuelas, ha explicado en un vídeo de TikTok cuáles son las preguntas más habituales que suelen formular los examinadores en esos primeros minutos, cuando todavía no se ha recorrido ni un metro y el estrés ya empieza a jugar su papel.

Lo que pueden preguntar bajo el capó

Una parte frecuente del examen se centra en identificar elementos básicos del coche. El examinador puede pedir al alumno que señale dónde se reposta el líquido del limpiaparabrisas o que localice el depósito del refrigerante y compruebe visualmente que el nivel está entre el mínimo y el máximo. También es habitual que pregunte por el tapón de llenado del aceite o por la varilla para medir su nivel, en aquellos vehículos que aún la incorporan.

En esa misma revisión rápida, pueden aparecer cuestiones sobre el líquido de frenos o la batería. En este último caso, no se trata de explicar su funcionamiento en detalle, sino de saber ubicarla y distinguir claramente los polos positivo y negativo.

Preguntas dentro del habitáculo antes del examen de conducir

Una vez en el interior del coche, el interrogatorio puede continuar. Adri señala que es habitual que el examinador pida identificar mandos como el del desempañado, el climatizador o los distintos tipos de luces. Saber activar correctamente las luces de cruce, las largas o los antiniebla puede ser suficiente para demostrar que el aspirante conoce el puesto de conducción.

Incluso acciones tan simples como accionar el claxon pueden formar parte de estas preguntas iniciales, ya que sirven para comprobar que el alumno sabe manejar los controles básicos sin distraerse.

Un trámite sencillo, pero decisivo

Según explica el profesor, estas cuestiones previas no buscan pillar al aspirante, sino confirmar que tiene un conocimiento mínimo del vehículo que va a conducir. Sin embargo, los nervios pueden jugar una mala pasada y hacer que algo sencillo se convierta en un problema innecesario.

Por eso, insiste en la importancia de repasar estos detalles antes del examen y no centrarse únicamente en la conducción.