Cuando lluvias intensas dejan calles anegadas, muchos conductores se ven obligados a tomar decisiones rápidas sin saber realmente qué consecuencias puede tener pasar por una zona con agua acumulada. Juan, mecánico de Talleres Ebenezer, insiste cada año en el mismo aviso porque sigue viendo los mismos errores. En uno de sus últimos vídeos en TikTok, explica de forma clara qué es lo que nunca hay que hacer y cuál es la forma menos peligrosa de afrontar una situación así si no queda otra opción.
El gran riesgo de entrar de frente en un charco profundo
El principal problema, según Juan, no está en el agua en sí, sino en por dónde puede colarse dentro del coche. Muchos motores toman el aire a través de una zona frontal, donde se encuentra la caja del filtro. El aire entra por ahí, pasa el filtro y llega a la admisión, pero si el nivel del agua es alto, ese mismo recorrido puede servir para que el agua acabe entrando al motor.
Cuando eso ocurre, el daño puede ser inmediato. El motor no está preparado para aspirar agua, y hacerlo puede provocar una avería seria en cuestión de segundos.
Por qué el agua puede destrozar el motor
Juan lo explica de forma sencilla: el aire se comprime, el agua no. Si entra agua en los cilindros y el pistón sube con las válvulas cerradas, la presión no tiene salida. El resultado puede ser una biela doblada o el motor completamente gripado. En ese punto, la reparación ya no es menor y el coche puede quedar inutilizado.
Por eso insiste en que nunca se debe atacar una zona inundada de frente, aunque parezca que el charco no es tan profundo.
La maniobra más segura si no queda otra opción
Si atravesar el agua es obligatorio, Juan recomienda una solución que muchos no se plantean: dar la vuelta al coche y pasar marcha atrás, de forma rápida y decidida. Al hacerlo así, la ola que genera el vehículo se desplaza hacia la parte trasera y no hacia el frontal, que es donde está la admisión.
De esta manera, la parte delantera se enfrenta a una menor altura de agua, reduciendo las posibilidades de que esta entre en el motor. Además, no hay riesgo por el escape, ya que por ahí el aire sale y no entra agua si se mantiene el movimiento.
Juan remarca que este truco no convierte la maniobra en algo totalmente seguro, pero sí disminuye mucho el riesgo en coches bajos o en situaciones límite.
