En la vida de un camionero, situaciones tan cotidianas como un cambio de destino, un viaje cancelado o un aviso de última hora forman parte de una rutina exigente y, muchas veces, impredecible. Tal es el caso de Manu, transportista de animales vivos y creador de contenido en YouTube, quien relató en uno de sus vídeos cómo una cancelación inesperada terminó obligándolo a pasar la noche en el camión.
Un día de rutas cambiadas y errores inevitables
El camionero explicó que, tras dos viajes largos, la empresa modificó su tercera ruta: cambió el matadero, la carga y el destino. Tocaba cargar en Binacet y Albelda, en Huesca, para dirigirse después a un matadero en Ruis de JS.
Entre desvíos, calles estrechas y confusiones con el GPS, que lo llevaron a la báscula equivocada, Manu reconoció que repitió el mismo error que un año atrás: “Soy más tonto que... ya me pasó lo mismo entonces”. Su relato demuestra cómo, incluso con experiencia, el terreno y la logística pueden complicarse.
A pesar del contratiempo, alcanzó la zona de carga, donde lo esperaba el encargado. Sin embargo, mientras aguardaba su turno, recibió un mensaje inesperado: debía detener todo el proceso porque el matadero se había averiado. “Ponte en pausa”, le indicaron. Con la carga cancelada y sin posibilidad de avanzar hasta la noche, no tuvo más opción que quedarse en el pueblo hasta recibir nuevas instrucciones.
Del tiempo muerto a dormir en el camión
Aprovechando la espera, Manu decidió buscar algo de cenar en una pizzería local, donde, según contó, terminó comiendo callos y parte de una pizza tras una “embostada” que no esperaba. De regreso al camión, la situación se volvió clara: ese día no seguiría la ruta y no quedaba más remedio que dormir dentro del vehículo. “Hoy al final acabé durmiendo en el camión, pero bueno, qué remedio. Nos tendremos que acostumbrar”, comentó resignado, aunque con su habitual tono humorístico.
La madrugada siguiente comenzó con el motor encendido a las 2:30. Debía recortar kilómetros para llegar a Alcubierre, donde lo esperaban para cargar. Condujo por caminos estrechos, zonas rurales, puentes y curvas cerradas, recalculando sobre la marcha, y siempre bajo la presión del horario. La carga finalmente se realizó, aunque no sin más retrasos ni quejas de otros trabajadores por la hora de llegada: “Nunca nadie pregunta si has dormido, si has comido... solo que es muy tarde”.
Un oficio lleno de exigencias y cambios constantes
Manu también mostró las dificultades de trabajar con ganado: rampas complicadas, muelles mal nivelados, obras, accesos estrechos y la falta de infraestructura adecuada. Tras cargar y descargar en distintas instalaciones, llegó al lavadero, donde explicó que las normas habían aumentado y que ahora el proceso de desinfección tomaba aún más tiempo. Finalmente, ya avanzada la mañana, pudo iniciar el regreso a casa: “A las 12 estaremos, y que arranque el fin de semana”.
Al cierre del vídeo, el camionero compartió que está a punto de dejar el transporte de animales. Acaba de aprobar el título de transportista, se está preparando el ADR y pronto se incorporará a otro tipo de rutas. Aseguró que pronto explicará el cambio a su comunidad, conocida como “la gente de la X”.
