La reputación del servicio posventa de Tesla vuelve a estar en el punto de mira. Aunque la marca presume de innovación, sus clientes llevan tiempo denunciando reparaciones desorbitadas y una fiabilidad muy mejorable. Esta vez el protagonista es Joni, un finlandés de 32 años que vio cómo su Model S P85D le lanzaba un aviso de “batería baja” pese a estar completamente cargado.
Tesla le pedía 15.000 euros por la reparación
Tras acudir al servicio técnico oficial, la respuesta fue inmediata: diagnóstico de fallo de batería y presupuesto de 15.000 euros. Joni, que ya había recorrido más de 220.000 kilómetros con su coche de 2016 y cuya garantía había expirado, no estaba dispuesto a asumir semejante coste.
“No tenía interés en pagar esos 15.000 euros”, admitió a Ilta-Sanomat. En lugar de aceptar el presupuesto, decidió investigar por su cuenta y recurrió a tutoriales y foros especializados. “Me di cuenta de que sería posible si preguntaba a aquellos que saben, y encontré muy buenas instrucciones y muchos vídeos para repararlo en Internet”, explicó.
Un secador especial, dos semanas y mucha paciencia
Aunque reconoce que trabajar con una batería de alto voltaje puede tener riesgos y que “solo profesionales deberían reparar baterías de coches eléctricos”, Joni quiso averiguar si realmente estaba dañada. Su sorpresa llegó al desmontarla: la batería seguía en buen estado. El problema era otro.
“La tapa superior de la batería se había oxidado y, por condensación, se había filtrado algo de agua”, relató.
Para manipularla necesitó un elevador hidráulico, ya que el conjunto pesa alrededor de 500 kilos. Una vez fuera, dedicó dos semanas a secar el interior utilizando un secador de botas, un aparato muy común en los países nórdicos para eliminar la humedad.
Después sustituyó una válvula, colocó una nueva tapa de acero inoxidable y selló el conjunto, de nuevo siguiendo instrucciones de YouTube.
De 15.000 euros a unos pocos cientos por reparar su coche
El resultado no pudo ser mejor: la reparación completa le costó solo unos cientos de euros, frente a los 15.000 de la factura inicial. Eso sí, Joni reconoce que tuvo suerte: “Las baterías pueden tener muchos problemas; no todas pueden arreglarse tan fácilmente como la de mi coche”.
