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La implementación obligatoria de la baliza V16 en 2026 sigue generando dudas entre conductores y profesionales. En plena confusión pública sobre homologaciones, sanciones y protocolos, Fernando, guardia civil de Tráfico con 15 años de experiencia y miembro de la Asociación Española de la Guardia Civil, rompió el silencio para explicar qué está ocurriendo realmente en carretera y por qué la medida no convence a quienes deben aplicarla.

“Tenemos muy poca información”: dudas internas y falta de instrucciones

A través de una charla en el canal de YouTube Car Wow, el propio agente reconoció que la DGT no ha trasladado instrucciones claras a los guardias civiles de Tráfico sobre cómo actuar. “Como personas que tenemos que cumplir una norma nueva, tenemos muy poca información todavía”, afirma. 

Según explicó, no existe ninguna orden para sancionar a quienes no lleven la V16 en el vehículo: “No tenemos ninguna instrucción para empezar a multar. Suponemos que se seguirá la misma normativa que los triángulos”.

Ese vacío informativo también afecta a los rumores que han circulado sobre registros de guanteras o controles específicos. Fernando fue contundente: “No tenemos ninguna instrucción de pedir la V16 ni de registrar guanteras. Eso no es cierto”. Aseguró, además, que muchas de las noticias alarmistas que circulan “son bulos que solo confunden a la población”.

“No vemos que aporte seguridad”: la crítica de los profesionales que trabajan en carretera

Desde su posición en primera línea, el guardia civil cuestionó la eficacia real de la baliza V16. Su postura personal coincide, según dijo, con la mayoría de sus compañeros: “No vemos que aporte gran seguridad, ninguna seguridad. Puede ser un complemento, pero no sustituye a los triángulos”. La falta de visibilidad es una de las principales preocupaciones: “Hemos visto balizas V16 que no se ven. Te acercas al vehículo y dices: es que no lo veo”.

El propio agente relató que, en condiciones reales, los intermitentes del coche resultan más visibles que la baliza: “Lo primero que ves son los warning y luego la baliza. Y eso es un problema”. También cuestionó la recomendación de permanecer dentro del vehículo tras encender la señal: “Es un mensaje contradictorio. Quedarse dentro del coche es muy peligroso”.

Además, puso el foco en la dependencia tecnológica de las unidades conectadas: “Hay zonas en las que no tenemos ni wifi. No vemos la operatividad de depender de una red para que funcione la baliza”.

La polémica sobre las balizas antiguas y la confusión entre los conductores

Una de las quejas más repetidas entre los usuarios es la invalidez de las balizas compradas años atrás. Fernando confirmó el problema: “Hay gente que la compró hace dos o tres años y ahora no está en el listado de la DGT. La gente se siente estafada”. Aunque no existe aún una comunicación oficial clara, él mismo recordó que estas dudas son las que más recibe en los programas de radio en los que colabora.

En su opinión, la DGT no ha comunicado adecuadamente ni el proceso ni los requisitos: “Se ha generado una confusión tremenda. Algo habrán hecho mal”. Insistió en que los propios agentes muchas veces se enteran de las novedades “por los medios de comunicación antes que por un canal oficial”.

Lo que los guardias civiles consideran realmente necesario

Para el agente, la prioridad en seguridad vial no pasa por imponer dispositivos sin consenso, sino por reforzar recursos humanos y materiales: “Si llevo buenos vehículos, voy a tardar menos en reaccionar, y eso es bueno para el ciudadano”. Subrayó que la falta de patrullas afecta directamente a la asistencia en carretera: “Cada vez somos menos. Muchas veces somos los últimos en llegar”.

El mensaje final del guardia civil fue claro: mejorar la seguridad requiere escuchar a quienes trabajan sobre el terreno. Y ahí, aseguró, la V16 no es la solución: “No vemos que la baliza vaya a revolucionar la seguridad ni a salvar vidas. Y si no aporta, lo lógico es revisarla antes de obligar a todo el mundo a usarla”.