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Entre la variedad de coches fiables que equilibran a la perfección la practicidad y el coste, el Toyota GR Yaris sobresale entre el resto. De acuerdo con Víctor, periodista de coches a través de su canal Al Corte, este vehículo, tras más de un año de uso, afirmó que es “el mejor coche que ha tenido”. 

Un deportivo accesible y funcional para el día a día

Víctor explicó que el GR Yaris le ha sorprendido por su versatilidad. Aunque se trata de un modelo con alma deportiva, aseguró que se puede usar sin problemas a diario. “Lo aparcas en cualquier sitio, pasa desapercibido y cuesta menos de mantener que muchos coches normales”, comentó, destacando que su mantenimiento anual en Toyota no llega a los 300 euros”.

En su opinión, esa combinación de potencia, tracción total y bajo coste lo convierte en una opción casi única. “Es un coche que no gasta ruedas ni frenos porque pesa poco”, explicó, comparándolo con deportivos más caros y pesados, como el BMW M2. “El M2 es espectacular, pero lleva ruedas enormes y casi dos toneladas; el Yaris tiene más sentido para disfrutar de la montaña sin gastar una fortuna”, añadió.

Además, valoró su equilibrio entre deportividad y comodidad: “Tiene la esencia de los coches gorditos de antes, de esos que ya no se fabrican”, señaló, recordando que lo compró pensando que podría ser “el último suspiro” de esa generación de vehículos compactos con carácter.

Un coche con espíritu de clásico moderno

A lo largo del vídeo, el periodista insistió en que su elección no se debe al prestigio del modelo, sino a lo que representa para los conductores que aman la carretera. “Por 33 o 34 mil euros no hay nada que le haga sombra en diversión y paso por curva”, aseguró, apuntando que incluso amigos con coches de gama alta, como un Porsche GT3 RS o un Alpine, reconocen su valor. “El rico es rico, pero no es tonto: para disfrutar de la montaña, este es el coche perfecto”, citó entre risas.

Víctor explicó que el Yaris le ha permitido vivir experiencias familiares y escapadas sin renunciar a la emoción de conducir. “Nos hemos ido tres de fin de semana, con maletero suficiente y consumos razonables”, comentó. 

Para él, el modelo japonés logra algo que pocos deportivos consiguen: combinar emoción, utilidad y confianza. “No me arrepiento ni un segundo de haberlo comprado; es equilibrado, útil y muy divertido”, concluyó.