Lo que parecía un simple golpe terminó con un coche prácticamente nuevo en el desguace. Un Volkswagen T-Roc de 2021, en perfecto estado a simple vista, fue dado de baja por su aseguradora tras un leve choque frontal que provocó el despliegue completo de los airbags, encareciendo tanto la reparación que resultó inviable.
El coste de los airbags, el motivo del siniestro total
El vehículo, mostrado por Desguaces Motocoche en sus redes, apenas tenía un pequeño daño en el anagrama del capó. Sin embargo, los sensores del sistema de seguridad detectaron el impacto como una colisión severa y activaron todos los airbags. Sustituir estos componentes, junto con los pretensores de los cinturones y la centralita, supera con facilidad los 10.000 euros, un gasto que las aseguradoras consideran desproporcionado frente al valor del coche.
Desde el desguace explicaron que el T-Roc llegó “en un estado impecable” y que solo presentaba un rasguño en el frontal. Aun así, el coste del sistema de seguridad activado hizo imposible su reparación.
El problema de los coches modernos
Este caso ha abierto un debate entre los conductores: los sistemas tecnológicos que hacen los coches más seguros también los vuelven más caros de reparar.
Los sensores, radares y airbags de última generación aumentan el valor de las reparaciones incluso tras golpes mínimos.
