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El auge de los coches chinos en Europa está cambiando el tablero de la automoción. Cada mes llegan nuevas marcas con modelos eléctricos o híbridos a precios agresivos, pero no todos los especialistas ven el fenómeno con el mismo entusiasmo. Tal es el caso del experto Alfonso García “Motorman”, quien señaló que a pesar de su boom, este tipo de vehículos pueden no ser la mejor inversión a largo plazo.

Un mercado en transformación

La presencia de fabricantes asiáticos en Europa crece a un ritmo que sorprende incluso a los propios analistas. En España, su cuota de mercado ya supera el 7% y sigue en ascenso. Sin embargo, “Motorman”, invitado al programa Poniendo las Calles de Carlos Moreno “El Pulpo”, se muestra cauto ante esta expansión.

Para el especialista, el salto en diseño y equipamiento de las marcas chinas es evidente, pero aún no suficiente. “A igualdad de precio, las marcas europeas, japonesas o coreanas siguen ganando”, explicó, subrayando que la diferencia ya no es solo tecnológica, sino también de confianza y experiencia acumulada en el tiempo.

Promesas y límites del boom chino

Empresas como BYD, Omoda o MG están conquistando titulares por su tecnología y su estrategia de precios: hasta un 30% más baratos que los modelos europeos equivalentes. Incorporan baterías LFP o Blade Battery, conectividad avanzada y una gama que abarca desde pequeños urbanos hasta grandes SUV eléctricos.

No obstante, García advierte que el atractivo inicial no lo es todo. Asegura que muchos de estos vehículos “siguen siendo anodinos, sin demasiada personalidad y ya no tan baratos como antes”.

Además, señala que sus motores de combustión consumen más y que la depreciación puede ser mucho mayor que en un coche europeo. “Habrá que esperar unos pocos años para saber qué tal envejecen y qué resultado ofrecen con el paso del tiempo”, añade.

El reto de la confianza

Según datos de Anfac, Faconauto y Ganvam, en 2024 se matricularon más de 66.000 coches chinos en España, el doble de la cuota media europea. La tendencia al alza es indiscutible, pero el reto está en la percepción del público. La fiabilidad, el servicio posventa y la durabilidad siguen siendo las principales incógnitas que separan a los nuevos fabricantes de los gigantes consolidados.

Para "Motorman", la verdadera competencia no está en el precio, sino en la capacidad de ofrecer confianza a largo plazo. En ese terreno, Europa sigue marcando la diferencia: red de talleres sólida, piezas disponibles y una reputación construida durante décadas.

Entre la innovación y la experiencia

Marcas como MG, BYD o Ebro están apostando fuerte por la tecnología, ofreciendo modelos híbridos y eléctricos con buenas autonomías y garantías amplias. Sin embargo, sus servicios posventa aún son limitados y su valor de reventa incierto. “Democratizan el acceso a lo eléctrico, sí, pero todavía les falta recorrido para igualar la fiabilidad de los fabricantes europeos”, resume García.

Mientras tanto, el mercado español se convierte en un laboratorio de prueba para la llegada de nuevos actores. El Plan Moves III continúa incentivando la compra de vehículos eléctricos e híbridos, tanto chinos como europeos, y podría ser el impulso que defina qué marcas logran consolidarse en los próximos años.