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Durante años, una de las principales preocupaciones de los conductores respecto a los coches eléctricos ha sido la durabilidad de sus baterías.

Se trata de la parte más cara del vehículo y, en consecuencia, la que más dudas genera.

Los fabricantes suelen garantizarla hasta los 160.000 kilómetros o los ocho años de conducción, pero los expertos aseguran que su vida útil va mucho más allá.

Un mito generalizado

Pedro Fresco, director general de la 'Asociación Valenciana del Sector de la Energía', explica en laSexta Xplica que "una batería no debe fallar a los ocho años, ni a los diez, ni probablemente a los quince".

Según él, la realidad desmonta los temores más comunes: "Conozco gente que ha hecho 400.000 kilómetros con su coche eléctrico y la batería se ha degradado menos de un 10%".

Esta afirmación, que supone un alivio para muchos, refleja que el envejecimiento de las baterías no es tan rápido ni tan costoso como muchos creen.

En la misma línea, Fresco apunta que algunos rumores sobre la corta duración de las baterías tienen un origen muy concreto.

"Ha existido en el pasado con alguna marca concreta, con algún coche concreto que tenía una mala batería que se degradaba muy rápido y eso ha generado el bulo de que las baterías se degradan rápido", señala.

Por su parte, Jorge González, director de la 'Escuela-taller 80% Eléctrico', lo tiene claro: "Depende de la tecnología de la batería y del uso que se le haya dado, habrá que cambiarla más o menos. Pero eso del mito de los ocho o diez años, los coches que ya circulan por la carretera están demostrando que es un mito".

El mecánico insiste en que la experiencia práctica con vehículos en funcionamiento demuestra que las baterías están hechas para durar.

González va aún más allá al destacar los avances tecnológicos que han permitido cifras récord: "Ya hay vehículos eléctricos que llegan al millón de kilómetros con una sola batería".

Además, recuerda la influencia de otros factores: "Depende un poquito de la tecnología y del uso que se le haya dado, el clima, la orografía y, sobre todo, las cargas".

Aunque reconoce que "pierden densidad energética y capacidad", Jorge asegura que "se está dando cuenta que las baterías están hechas para durar".

Con cada nueva generación, la fiabilidad aumenta y el mito de la corta vida útil se desvanece. El coche eléctrico, lejos de ser una moda pasajera, se consolida como una opción sólida y duradera.