Publicada

El mercado de vehículos de segunda mano en España alcanza nuevos récords tras conseguir en septiembre un precio medio de oferta de 18.201 euros, lo que supone un crecimiento interanual del 7% más, según coches.net.

En este contexto, los datos demuestran que los beneficios alcanzados rozan los 1,6 millones, lo que supone una aproximación a los niveles previos a la pandemia. Por cada vehículo nuevo se venden casi 2 usados, todo ello según los datos de las patronales Ganvam y Faconauto.

Aunque no siempre la compra de un vehículo usado es rentable para su nuevo comprador. Así lo aclara Juanjo Jiménez, mecánico, que desde las redes sociales expone un caso de compra de una furgoneta de segunda mano por 2.000 euros, una Citroën Berlingo.

Imagen del arreglo de una furgoneta. Getty Images

"Que sepáis que lo barato, puede salir bastante caro", confirma el experto. Esto es a consecuencia de que este ejemplar suele tener un precio que ronda los 3.500 y 4.000 euros y confirma que a partir de los 5.000 las unidades se encuentran en un muy buen estado.

El problema viene cuando el mecánico analiza a fondo los componentes. Esto viene dado por las juntas que sellan el sistema, las cuales se encuentran descompuestas, permitiendo las filtraciones, las cuales también se encuentran en los árboles de levas. Para solucionarlo hay que cambiar la distribución.

A esto se suman los múltiples apaños caseros con silicona que producen nuevos fallos y, por supuesto, no solucionan los que ya tenía el coche. De este modo lo muestra Jiménez desde el video publicado a través de sus redes sociales.

Por todas las averías que tiene esta furgoneta, el entendido admite que el dinero que se ha ahorrado al adquirir el vehículo va a ser lo que va a tener que invertir para conseguir que se encuentre en buen estado.

De la misma manera, confirma que el comprador sabía a lo que se enfrentaba cuando adquirió el ejemplar, al igual que el vendedor puso ese precio por la situación en la que se encontraba la Citroën.

"Si estáis pensando en comprar un vehículo de segunda mano, aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Buscar a un mecánico de confianza", afirma el experto.

Con esto confirma la importancia de los detalles mecánicos que no son detectables para un conductor sin experiencia en el sector. Aunque también existen algunas pistas con las que comprobar el buen estado.

La tapicería puede indicar el desgaste que tiene un coche, es importante que este sea acorde con el número de kilómetros que dice tener, si no es así, sospecha. Al igual que las juntas, si tienen algún detalle erróneo pueden indicar que han sido reparadas por un golpe.

Evidentemente, las pérdidas de líquidos son una mala predicción, aunque esto también puede indicarlo un mal sonido al arrancar o que no se enciendan testigos en el cuadro, ni siquiera al poner el contacto cuando obligatoriamente deberían hacerlo.