Los fabricantes europeos de baterías piden ayuda a Bruselas. En una semana en la que se llevará a cabo el Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Industria Automotriz, entre las patronales del sector y la Comisión Europea, otro sector reclama apoyo para evitar un colapso como el que surgió hace meses con la sueca Northvolt.
Y es que la dependencia de Asia en lo que a baterías se refiere es casi total. A excepción de otros tres productores europeos: ACC, PowerCo y Verkor. Tres compañías que están participadas, en mayor o menor medida, por los propios fabricantes automovilísticos.
Si bien es cierto que las previsiones de venta de vehículos eléctricos en el Viejo Continente no se han cumplido, lo mismo ha sucedido con la escala en la producción de baterías europeas. Ahora bien, Europa se arriesga a perder un mercado anual de 250.000 millones de euros, según datos de la Alianza Europea de Baterías.
Cabe recordar que la propia Comisión Europea reconoció la urgencia de incentivar la producción local de baterías este mismo año. Así, la Alianza Europea de Baterías recomienda un apoyo con fondos comunitarios para este fin.
ACC, PowerCo y Verkor aseguran que "no se trata de una ayuda económica, sino de un puente hacia el rendimiento que permitirá contar con 90 GWh de baterías fabricadas en la UE en 2027, suficiente para 1,2 millones de vehículos eléctricos".
Los firmantes aclaran que "no se trata sólo de un asunto industrial: es geopolítico". Por ello, demandan a Bruselas "ofrecer apoyo directo a la producción, vinculado a la producción y decreciente con el tiempo".
De hecho, reconocen que "los fondos públicos solo se desembolsarán en el momento de la entrega al cliente, lo que crea una garantía integrada que premia el rendimiento, no las promesas".
Todo ello con el fin de evitar una situación como la de Northvolt. Y es que es preciso recordar que Bruselas dio el visto bueno a que el Gobierno alemán diese una ayuda de 902 millones de euros a la compañía sueca para evitar la deslocalización de una nueva planta a Estados Unidos.
Northvolt se declaró en quiebra el pasado mes de marzo. Recientemente, la startup estadounidense de baterías Lyten adquirió los activos europeos de Northvolt, valorados en 5.000 millones de euros y entre los que se incluyen la fábrica principal y el centro de investigación y desarrollo de Northvolt en Suecia.
Situación actual
Lo cierto es que en la actualidad el 99% de las baterías las producen empresas no europeas. Una situación que se explica por las importantes subvenciones que ofrecen Estados Unidos y China a la producción local.
Así, la industria automovilística europea, valorada en 800.000 millones de euros y que emplea a más de 13 millones de trabajadores, depende de Asia.
De esta manera, los fabricantes europeos, los cuales están en un proceso de expansión, "corren el riesgo de verse superados por la competencia antes de alcanzar la madurez".
Por todo ello, las tres compañías han instado a los responsables políticos europeos a "actuar con pragmatismo, reducir la burocracia y movilizar fondos".
¿Quién es quién?
Pese a que la carta está firmada por las tres principales compañías productoras de baterías, cabe explicar quién es cada uno de los actores.
ACC (Automotive Cells Company) se creó en 2020 y cuenta con el respaldo de Stellantis, Mercedes-Benz y la petrolera TotalEnergies. En su creación, las tres multinacionales ostentaban la misma participación en ACC.
No obstante, en 2024 y tras una ronda de financiación en la que logró levantar 4.000 millones de euros, las posiciones de los distintos actores sufrieron cambios.
Así las cosas, Stellantis posee el 45% del capital de la compañía; Mercedes-Benz cuenta con el 30%; y Saft, la filial de baterías de TotalEnergies, ostenta el 25%.
En la actualidad, la compañía cuenta con una planta de baterías en Douvrin (Francia). De hecho, el grupo aseguró que los 4.000 millones de euros servirían para construir una segunda línea de producción en Douvrin, así como levantar otra planta en Kaiserlautern (Alemania) y dos más en Térmoli (Italia).
Pero la realidad es más compleja. Por ello, la desaceleración de la demanda provocó que se paralizasen las obras para levantar las gigafactorías de Alemania e Italia.
PowerCo dependiente de VW
PowerCo, por su parte, se creó en 2022 y es dependiente del Grupo Volkswagen. En la actualidad cuenta con la gigafactoría de Salzgitter (Alemania) y de cara al año que viene prevé iniciar la producción en Sagunto (España).
La gigafactoría de Sagunto contará con una capacidad de hasta 40 GWh, que podrá incrementarse hasta los 60 GWh, en caso de que la demanda lo requiera.
Dicha planta surtirá de baterías a las fábricas del Grupo Volkswagen en España (Martorell y Pamplona), las cuales serán las encargadas de fabricar los modelos eléctricos pequeños del consorcio.
Además, de cara a 2027, PowerCo prevé iniciar su actividad con otra gigafactoría en St. Thomas (Canadá), la cual tendrá un volumen de hasta 90 GWh.
Si en un principio el gigante alemán del automóvil preveía levantar seis gigafactorías en Europa, la realidad del mercado hizo cambiar de estrategia.
Ahora se centran en que estas plantas alberguen más capacidad con el fin de aprovechar las economías de escala.
Verkor cuenta con 20 accionistas
De otra parte, Verkor se creó en 2020 en Francia y está respaldada por una veintena de compañías entre las que destacan Schneider Electric, el Estado francés, a través de Bpifrance, y el Grupo Renault, quien tomó más del 20% de la compañía en 2021.
La compañía ultima la construcción de una gigafactoría en Dunkerque (Francia), la cual prevé estar plenamente operativa a comienzos de 2026.
Dicha instalación suministrará baterías a los modelos Alpine, la marca deportiva del Grupo Renault. De hecho, contará con una capacidad de producción de 16 GWh a partir de 2028, de los que 12 GWh serán para el Grupo Renault. Una capacidad que permitirá montar baterías en unos 150.000 vehículos.
