La batería de un coche tiene como objetivo almacenar la energía que necesitan los componentes. Lo negativo es que esta se va desgastando con el tiempo. El cambio en un coche de combustión suele oscilar entre los 80 y 180 euros.
Según Clicars, los costes de este elemento en vehículos eléctricos oscilan entre los 7.000 y 25.000 euros, dependiendo del modelo y la capacidad de la misma. Estiman que su duración suele rondar entre los ocho y quince años.
Javier Cortez, mecánico, explica la diferencia en el cambio, si tu batería cuenta con el Sensor inteligente de Batería (IBS), un componente que detalla el estado de la misma. Se destaca a aquellos que, además, cuentan con el sistema Start Stop. "Si la batería de tu coche lleva esto, no vale sólo con cambiarla", comenta.
Imagen de baterías desechadas.
Explica que si los sensores requieren energía y la unidad de control la va perdiendo, pero a la vez exige una capacidad mínima, lo que puede suceder es que tengamos unos picos bajos de tensión, lo que puede estropear alguna centralita.
"Un ejemplo claro de cómo actúa este sensor es cuando la batería se encuentra en su fase final y, por ejemplo, te inhabilita el Start Stop. Cuando te salga que no está disponible, ya sabes que tu batería está en las últimas", aclara el entendido.
La consecuencia es que el alternador va a cargar más o menos. Además, no vale solo con el cambio, tras eso se debe utilizar un equipo de diagnosis, donde se especifique el amperaje y el número de serie. Este es el vídeo, donde lo explica el entendido desde sus redes.
Recalca la importancia de realizar este segundo paso, ya que si no te puedes exponer a acortar la vida del alternador de tu coche. Su precio oscila entre los 300 y 500 euros, además de la batería.