En tan solo los cuatro primeros meses de 2024 se vendieron 60.423 unidades de coches eléctricos. Lo que supone un 55% más que el año anterior, según los datos de ANFAC.
El experto, empleado del taller Auto Carrascosa, explica por qué en su opinión estos modelos, no son el futuro, "tienen ciertos problemas, que nadie te ha contado", explica.
Imagen de un espacio de recarga para coches eléctricos.
El litio es el material por el que están compuestas las baterías, actualmente el 70% de este compuesto se extrae debido a su bajo costo, mediante salmueras, las cuales son soluciones acuosas.
Aunque, en su contra, se encuentra el factor del tiempo, ya que, este proceso es largo y puede prolongarse durante meses. Se debe a que conlleva evaporar grandes lagos de una solución salina concentrada, de la que hay que separar la sal del litio, según aseguran los datos de Europa Press.
El segundo problema, según indica el entendido, "son las estaciones de carga, no son muy populares en España y las pocas que hay, no funcionan correctamente". A pesar de que el pasado año se introdujeron 10.088 nuevos puntos de recarga, sigue sin ser suficiente.
Sobre todo por las desigualdades en cuanto a las diferentes comunidades, una brecha de la que ya ha alertado la OCU. En el primer trimestre de 2025, se han implementado un 20% de estas infraestructuras hasta conseguir 46.358, según ANFAC.
Por último, el experto destaca, "el impacto medioambiental" algo no muy conocido, según declara. De este modo lo muestra el entendido desde las redes sociales del taller donde trabaja.
Explica que, "para la fabricación de una batería para un Tesla Model 3, hay que mover entre 2.000 y 9.000 kilos de roca, o evaporar entre 18 y 26 millones de litros de agua salina, ¿sabéis la energía que consume eso?".
Por lo que concluye con la reflexión de que en un primer instante los coches eléctricos, pueden contaminar menos, aunque, en su fabricación, aclara que "genera entre un 40% y un 60% más, que un coche de combustible".
Esa contaminación se empieza a lograr compensar pasados cinco años de vida útil. Según el RACE, la parte fundamental de un coche, su batería, dura unos 200.000 kilómetros.
Su precio es superior a los 10.000 euros, ya que son más caras que las convencionales, por lo que si se estropea, cada conductor deberá valorar si le merece la pena solucionarlo.