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Cuando llega el verano, se nos viene a la cabeza, viajar, y con ello, carreteras, escapadas y desplazamientos de cientos de kilómetros.

Aunque muchas personas se centran en revisar el estado técnico del vehículo antes de un viaje largo —neumáticos, niveles o frenos—, hay otro aspecto clave que suele pasarse por alto: el equipamiento básico que todo conductor debería llevar en el coche. Preparar adecuadamente el maletero puede marcar la diferencia en caso de emergencia o imprevisto.

Las altas temperaturas, el tráfico intenso y los trayectos prolongados aumentan el riesgo de sufrir averías, retenciones o simplemente momentos incómodos si no se cuenta con lo necesario a bordo. Por eso, más allá del equipaje, existen ciertos elementos que deberían estar siempre presentes en el coche durante un viaje estival.

Imagen de un viaje en coche por la costa. Getty Imagenes

Entre los básicos, destaca en primer lugar el agua. Ya sea para hidratarse en un atasco o ante una avería prolongada, llevar varias botellas de agua fresca es esencial. También es recomendable incluir algún snack no perecedero, como frutos secos, galletas o barritas energéticas, especialmente si se viaja con niños.

El botiquín de primeros auxilios es otro elemento obligatorio según la normativa de tráfico en España. Debe contener material básico como vendas, gasas, antiséptico y tijeras, y revisarse periódicamente para comprobar su estado y fecha de caducidad.

No pueden faltar tampoco las herramientas básicas: gato hidráulico, llave para cambiar neumáticos, linterna, triángulos de emergencia homologados y chaleco reflectante.

Este último debe estar al alcance del conductor, no en el maletero, para poder utilizarlo sin exponerse al tráfico en caso de bajarse del vehículo.

En la era digital, llevar el cargador del móvil, preferiblemente uno de coche, es tan importante como llevar combustible. Además, ante una posible pérdida de señal, contar con un mapa de carretera en papel sigue siendo una buena idea.

También conviene tener una batería externa y, si se dispone de espacio, una manta ligera o toalla para hacer frente a paradas inesperadas o cambios bruscos de temperatura.

Un pequeño kit de limpieza (toallitas, bolsas de basura, papel higiénico) y algo de efectivo también pueden ser muy útiles en zonas donde no se acepten pagos electrónicos o haya pocos servicios disponibles.