La llegada del coche autónomo está cada día más cerca. En la actualidad ya podemos encontrar en el mercado varios modelos capaces, teóricamente, de conducir por si solos en determinadas situaciones, una cantidad que se multiplicará en los próximos meses con la llegada de nuevos modelos con cada vez mayores capacidades

La conducción autónoma descargará, teóricamente, de tareas al conductor en algunos escenarios, mejorando además la seguridad al eliminar el factor humano en las situaciones de peligro y de estrés como circulación urbana y embotellamientos en autopistas. 

Es precisamente en las autopistas donde la conducción autónoma puede resultar más útil y efectiva según la Universidad de Berkley, que ha propuesto la creación de carriles de alta velocidad para utilización exclusiva de vehículos equipados con sistemas de conducción autónoma. 

Estos carriles, bautizados como Hyperlane, estarían dedicados únicamente a vehículos que no requiriesen de la actuación de un conductor en ningún momento, de forma que l propio vehículo se encargase absolutamente de todo. Tal es así, que la velocidad máxima permitida podría rozar los 200 km/h. 

Estos carriles se construirían de forma paralela a las actuales vías de alta velocidad, aunque, de momento, esta propuesta es irrealizable tanto en términos de coste como en términos legales, que a día de hoy impiden que un vehículo actúe por sí solo en la mayoría de las situaciones.