Los nuevos Volvo S90 y V90 se han convertido en pilares fundamentales en la nueva estrategia de negocio de la marca sueca. Una gran berlina y un gran familiar, ambos construidos sobre la misma plataforma, con un refinamiento y una carga tecnológica a la altura de los mejores del segmento. 

Con una gama de motores que abarca de 150 a más de 400 CV, los S90 y V90 ofrecen una selección de propulsores modulares de cuatro cilindros tanto diésel como gasolina, así como una versión híbrida enchufable con alrededor de 50 km de autonomía eléctrica. 

Ahora Polestar, el preparador oficial de la marca, lanza al mercado un paquete de optimización para los S y V90 equipados con el motor diésel D5 Powerpulse, uno de los propulsores diésel más avanzados del momento. 

Este motor tetracilíndrico ofrece de serie 235 CV y 480 NM, manteniendo una respuesta inmediata en todo el rango de revoluciones  gracias a la tecnología Powerpulse, que permite inyectar aire comprimido previamente en el colector de escape, acelerando los gases que mueven las turbinas de los turbos, minimizando su retraso. 

Ahora los chicos de Polestar han presentado un paquete de optimización con un precio aproximado de 1.000€, que aumenta la potencia del motor a 240 CV, mejorando también la cifra de par máximo, que pasa de 480 a 500 NM. 

Además del ligero aumento de potencia, este paquete incluye una actualización de la respuesta del acelerador y del cambio automático, de forma que el vehículo es más agradable de conducir, más dinámico y más preciso.