Durante la Navidad, ciertos alimentos típicos de los banquetes festivos pueden convertirse en un serio peligro para perros y gatos si no se extreman las precauciones.
Según un análisis publicado por el portal Pets4Homes, los servicios de urgencias veterinarias registran un incremento de alrededor del 40% en llamadas y consultas durante la temporada navideña comparado con otras épocas del año.
Los perros y los gatos sufren una mayor exposición a peligros típicos de estas fechas, como alimentos tóxicos, envoltorios, adornos y restos de comidas festivas.
Este aumento es reportado por veterinarios de clínica general y de urgencias que destacan cómo los dulces navideños, plantas y decoraciones convierten a diciembre en un período especialmente delicado para su salud, por lo que es esencial que los hogares tomen medidas preventivas para evitar emergencias.
Los peligros para las mascotas
En la mesa de Navidad abundan productos que resultan especialmente peligrosos para las mascotas, incluso en pequeñas cantidades. Entre los más problemáticos se encuentran:
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Chocolate y turrones de chocolate, que contienen teobromina y cafeína, sustancias capaces de provocar vómitos, alteraciones cardiacas, convulsiones e incluso la muerte en perros y gatos.
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Dulces y postres con xilitol, un edulcorante muy usado en productos "sin azúcar", capaz de causar una caída brusca de glucosa, convulsiones y fallo hepático, sobre todo en perros.
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Uvas, pasas, sultanas y derivados presentes en roscones, budines o tartas, que se han relacionado con vómitos, fallo renal agudo y cuadros potencialmente mortales.
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Huesos cocidos de pavo, pollo o cordero, que se astillan con facilidad y pueden provocar atragantamientos, desgarros en el tracto digestivo u obstrucciones que requieren cirugía.
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Restos grasos, salsas muy ricas en grasa y pieles de carne, capaces de desencadenar pancreatitis, un cuadro muy doloroso que suele requerir hospitalización.
El entorno festivo, con visitas, niños y más comida al alcance, aumenta las probabilidades de que alguien "caiga en la tentación" de compartir su plato con el animal. Aquí la prevención pasa tanto por la organización como por la educación dentro del hogar.
"Es importante educar a toda la familia para no dar restos de comida inapropiados y planificar menús seguros que incluyan premios y snacks específicos para ellos", afirma la veterinaria Eva Sánchez-Paniagua.
"Esto evita problemas digestivos, intoxicaciones e incluso visitas de urgencia al veterinario". Mantener los platos fuera de su alcance, vigilar la basura y ofrecer alternativas seguras formuladas para perros y gatos reduce de forma significativa el riesgo de incidentes en estas fechas.
