Compartir la Navidad con perros y gatos no es solo una foto bonita para redes: bien planteada, puede convertirse en una de las épocas del año en las que más se refuerza el vínculo con ellos.
Reservarles un lugar tranquilo, darles más tiempo de juego y ofrecerles algún capricho seguro y adaptado a sus necesidades son pequeños gestos que marcan la diferencia en cómo viven estas fiestas.
Sin embargo, en Navidad la casa cambia: gente entrando y saliendo, música, petardos y horarios alterados; todo eso que para las personas es ambiente festivo, para muchos animales puede ser una fuente de estrés.
Por eso, es fundamental anticiparse y mantener horarios estables de paseo y comida, tal como recomienda la directora técnica veterinaria de Kivet, Ana Ramírez.
Mantener rutinas estables de paseo y comida ayuda a que perros y gatos se sientan más seguros. Habilitar un rincón solo para ellos, con una cama mullida, agua fresca siempre disponible y juguetes tranquilos.
Todo esto funciona como refugio al que retirarse cuando la celebración les sobrepasa. "Puede mejorar significativamente su bienestar y la convivencia durante las fiestas. El descanso reparador es clave para que los animales gestionen mejor el entorno".
Jugar más y mejor
En gatos conviene además evitar adornos frágiles, cables tentadores y bolas a su alcance, y compensar con rascadores o juguetes cerca del árbol.
Estas fechas nos permiten pasar más tiempo en casa que se puede traducir en sesiones cortas de juego repartidas durante el día, que reducen el aburrimiento, estimulan la mente y fortalecen el vínculo emocional.
"Para los gatos, es importante alternar sesiones de caza con caña y tiempo de calma para evitar sobreexcitación; mientras que para perros, se deben intercalar juegos activos con pelotas o peluches con momentos de descanso", explica.
Si hay niños y visitas, es importante marcar normas claras: no molestar cuando el animal está en su cama, no abrazar ni coger en brazos si no lo busca y respetar sus señales de incomodidad. Proteger sus tiempos es también una forma de cuidado.
Menú y looks navideños seguros
A la hora de la mesa, la mejor opción no son las sobras, sino snacks específicos para perros y gatos y, si se quiere, un pequeño "menú festivo" formulado para ellos, como galletas navideñas caninas o bocaditos especiales para felinos.
"Es necesario apostar por comida específica, accesorios cómodos y, sobre todo, respetar las señales que nos lanzan nuestros gatos y perros, ya que solo así se sentirán parte de la fiesta sin renunciar a su bienestar", concluye la experta veterinaria.
Mantener agua fresca, evitar cambios bruscos de dieta y controlar las cantidades previene empachos y problemas digestivos. Para el estilismo navideño, un detalle ligero y cómodo suele ser más que suficiente.
Lo esencial es que el accesorio no oprima, no limite movimientos y pueda retirarse en cuanto el animal muestre incomodidad.
La "hormona del amor"
Acariciar, mirar y compartir rutinas tranquilas con perros y gatos activa la liberación de oxitocina, conocida como la "hormona del amor", relacionada con sensaciones de calma y bienestar.
Diversos investigadores de Harvard señalan que esta interacción refuerza el vínculo humano‑animal y puede tener efectos positivos sobre la salud emocional y la sensación de pertenencia.
Integrar a los animales en los rituales navideños desde el respeto a sus ritmos y necesidades no solo mejora su bienestar, también repercute en cómo las personas viven y recuerdan estas fiestas compartidas.
