Muchos dueños se preocupan por ofrecer a sus perros una alimentación completa y equilibrada, pero a menudo surge la duda sobre cómo asegurar que reciban suficiente calcio, un mineral esencial para su salud ósea, dental y muscular.
En la búsqueda de opciones naturales, algunos optan por darles huesos o suplementos sin conocer los posibles riesgos. Por suerte, existen formas simples y seguras de aumentar el calcio en la dieta canina sin poner en peligro a tu mascota.
"El otro día, unos dueños me preguntaron si podían darle huesos cocinados al perro", cuenta el veterinario. "Con la excusa de que, claro, en la naturaleza se lo comen".
Un peligro invisible
Santiago explica que no es recomendable dar huesos cocinados. Al calentarse, el hueso cambia su estructura, se vuelve quebradizo y puede astillarse con facilidad.
Esas astillas pueden causar lesiones graves en la boca, el esófago o el tracto intestinal, e incluso provocar obstrucciones o perforaciones que requieren cirugía de urgencia.
En lugar de eso, hay alternativas seguras y efectivas para aportar calcio a la dieta de tu mascota. Este mineral es fundamental para mantener los huesos, dientes y músculos fuertes, así como para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y la coagulación sanguínea.
La cáscara de huevo
Uno de los métodos más sencillos y naturales para complementar el calcio es usar cáscara de huevo. "Sécala bien, tritúrala hasta obtener un polvo fino y añade una cucharadita rasa al día por cada 10 kg de peso del perro", recomienda el veterinario.
La cáscara de huevo contiene carbonato de calcio, una forma altamente biodisponible y segura cuando se administra en cantidades moderadas. Además, el calcio puede encontrarse en otras fuentes alimenticias como:
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Pescado con espinas blandas, como sardinas o boquerones, siempre naturales y sin sal añadida.
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Verduras de hoja verde como la col rizada o las espinacas (aunque en menor proporción y en pequeñas cantidades).
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Suplementos específicos para perros, que deben utilizarse únicamente bajo recomendación veterinaria.
Por último, ten en cuenta que el exceso de calcio también puede ser perjudicial, especialmente en cachorros o razas grandes, ya que puede alterar su desarrollo óseo.
Siempre conviene ajustar la cantidad de acuerdo con la edad, tamaño y tipo de dieta del perro, preferiblemente con el asesoramiento de un profesional.
