Angelica Rimini
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Durante el invierno, el confort térmico se convierte en un elemento esencial. Los animales también pueden sufrir las consecuencias del frío o de los cambios bruscos de temperatura, sobre todo los de edad avanzada, los de pelo corto o aquellos con problemas articulares.

"El frío no solo influye en la comodidad, sino también en la salud articular y respiratoria", afirma la veterinaria Eva Sánchez-Paniagua.

"Observar si duermen más de lo habitual, se mueven con rigidez o evitan salir, puede ayudarnos a detectar si necesitan un entorno más cálido o apoyo veterinario".

Con la bajada de las temperaturas, Tiendanimal presenta su nueva guía de cuidados invernales para animales de compañía. El objetivo es ofrecer a los tutores recomendaciones prácticas para ayudar a sus peludos a sobrellevar esta estación con salud y bienestar, tanto dentro como fuera de casa.

Adaptar los hábitos

"Buscamos concienciar sobre la importancia de adaptar los hábitos y el entorno a las condiciones del frío", escriben en un comunicado. "Hay que prestar especial atención a las necesidades específicas de perros y gatos, que no siempre se ven afectados de la misma manera".

Los expertos de Tiendanimal recomiendan mantener una temperatura interior estable, entre 20 y 22 grados, ajustando según la raza, el tamaño y el estado de salud del animal. "Es importante proporcionar un rincón de descanso alejado de corrientes de aire y utilizar camas mullidas o mantas aislantes".

En cambio, los gatos suelen buscar el calor en lugares elevados o soleados. Por esto, se aconseja permitirles acceso fácil a zonas donde puedan refugiarse y mantener su rutina de descanso.

Además, si el hogar cuenta con calefacción, es importante ofrecerles siempre puntos de hidratación extra, ya que el ambiente seco puede afectar a su piel y vías respiratorias. El uso de humidificadores o fuentes de agua puede ayudar a mantener un ambiente adecuado.

Una nutrición adecuada

"Una nutrición adecuada y constante es la mejor aliada para que afronten el invierno con vitalidad. Los cambios de dieta deben hacerse siempre de manera progresiva y bajo supervisión profesional", subraya Sánchez-Paniagua.

De hecho, con la llegada del frío, las necesidades energéticas de las mascotas cambian. Desde Tiendanimal recomiendan adaptar la alimentación según la actividad de cada animal, su entorno y su carácter.

Aquellos que pasan más tiempo al aire libre pueden necesitar un pequeño aumento en la ingesta calórica, mientras que los más caseros se benefician de dietas equilibradas que ayuden a prevenir el sobrepeso. En todos los casos, es esencial incluir proteínas de alta calidad, ácidos grasos esenciales y antioxidantes.

Estos nutrientes fortalecen el sistema inmunitario, favorecen un pelaje sano y brillante y contribuyen al cuidado de la piel y las defensas naturales. Además, incluir alimento húmedo u ofrecer caldos naturales puede ayudar, sobre todo a los gatos, a hidratarse con más frecuencia.

Ajustar los horarios

Aunque el invierno invite a la tranquilidad del hogar, mantener la actividad física y la estimulación mental sigue siendo fundamental. En los perros, se aconseja ajustar los horarios de paseo para evitar las horas más frías y utilizar ropa de abrigo solo cuando sea realmente necesario, por ejemplo, en animales de pelo corto, mayores o con enfermedades crónicas.

Para los gatos que salen al exterior, se recomienda limitar las salidas en días muy fríos o lluviosos y garantizar que disponen de refugios secos y protegidos. Además, aumentar las sesiones de juego en casa ayuda a compensar la menor actividad y a fortalecer el vínculo con sus cuidadores.

"Cuidarlos en invierno es una manera de demostrarles cariño todo el año. No hacen falta grandes cambios, solo pequeños gestos que mejoran su bienestar y su salud", concluye Eva Sánchez-Paniagua.