Tom Brady, la leyenda del fútbol americano y exjugador de la NFL, ha clonado su perra Lua, fallecida en 2023. Utilizó la tecnología de la empresa Colossal Biosciences, en colaboración con Viagen Pets & Equine, empresa de clonación de mascotas.
"Colossal le dio a mi familia una segunda oportunidad", afirmó Brady durante el anuncio de la empresa. "Ayuda a las familias que pierden a sus queridas mascotas y también contribuye a salvar especies que se encuentran en peligro de extinción".
En el sitio web se indica que conservar el código genético de un animal cuesta alrededor de 1.600 dólares (casi 1.400 euros al cambio actual), mientras que la clonación de un perro o un gato puede llegar hasta 50.000 dólares (poco menos de 44.000 euros).
Al día de hoy, la clonación animal ya no pertenece exclusivamente a la ciencia ficción, sino que es una realidad científica. "Es completamente legal y no existe ninguna ley en España que lo prohíba", afirma Enrique Criado, biólogo especializado en embriología en un podcast.
El caso de Brady se suma a otras celebridades como Barbra Streisand, Paris Hilton y el presidente argentino Javier Milei. El presidente de Argentina mandó a clonar su mastín inglés, Conan, en 2018, obteniendo cinco cachorros a través de un laboratorio estadounidense.
El apego emocional
La principal motivación que empuja a las personas a experimentar esta práctica es el amor y el apego emocional. Muchos humanizan a sus mascotas y buscan el clon para superar la pérdida del original.
Sin embargo, Criado explica que también se clonan caballos de alto valor para obtener más beneficios mediante la venta del animal. "Pueden valer entre 30.000 y 40.000". El jugador de polo Cambiaso, en Argentina, clonó a su yegua "La Cuartetera" y juega con siete clones de ella. También se están comenzando a clonar rapaces y aves exóticas en Oriente Medio. Camellos para carreras y certámenes de belleza.
Una técnica de reproducción asistida
La clonación se considera una técnica de reproducción asistida a través de una transferencia nuclear de células somáticas. El biólogo explica que se extrae un pequeño trozo de piel y se sacan unas células llamadas fibroblastos que contienen el ADN del animal.
Entonces, se coge un óvulo de una perra, o cualquier hembra de la misma especie que el animal clonado, y se le introduce el núcleo fibroblasto. Se aplica un chispazo eléctrico para fusionar la célula y se forma un embrión.
Se introduce en una madre gestante para llevar a término el embarazo. El clon resultante tiene el 99.9% de la genética del animal original. El restante 0.1% es el ADN mitocondrial que proviene del óvulo donante y no se puede cambiar.
Una efectividad baja
"Por esta razón, los clones no son copias exactamente idénticas; pueden tener pequeñas diferencias físicas o de color", explica. Sin embargo, la efectividad de la clonación es baja, por lo cual se necesitan aproximadamente unos 100 óvulos de perra para llevarla a cabo.
Además, la productividad tampoco es muy alta, y muchos embarazos abortan o resultan en el nacimiento de un animal que no está bien. Las empresas suelen asegurar la clonación, devolviendo el dinero si no nace el clon, aunque el proceso puede tomar tiempo: 11 meses en caballos, año y medio en camellos.
Los costes significativos
Este negocio animal implica costes significativos, que varían enormemente dependiendo de la especie y el propósito. Como indica el experto, el precio de clonar un perro o un gato varía alrededor de 43.000 euros por el primer clon.
Si se obtienen más en el proceso, Criado afirma que el precio disminuye para los subsiguientes: "el segundo costaría 21.000 y el tercero unos 13.000". En Estados Unidos, el país más regulado para la gestación subrogada, el proceso total puede costar entre 180.000 y 200.000 euros.
Además, la madre gestante puede cobrar entre 30.000 y 40.000 €. Gran parte del coste total se debe a la regulación legal y los abogados.
Copiar la genética
Los clones no son más enfermizos ni tienen muertes prematuras; su longevidad y probabilidad de enfermedad es similar a la del animal original. Sin embargo, si el original murió por un tumor genético, el clon tendrá la probabilidad de desarrollarlo.
"Aunque la genética es copiada, el carácter depende de la epigenética (el ambiente y la educación). Si el clon es tratado y educado de la misma manera que el original, se comportarán de manera similar".
Sin embargo, el biólogo revela que existe una técnica avanzada de edición genética llamada CRISPR que ya se está aplicando en animales clonados, especialmente en Argentina. Esta permite hacer un clon y, al mismo tiempo, modificar genéticamente el ADN para cambiar o potenciar ciertas características.
"Esto se usa para mejorar razas". Aunque en humanos esta técnica plantea enormes dilemas éticos y está muy restringida, en animales ya se está realizando.
