El veterinario Manuel Manzano aborda una consulta frecuente entre los dueños de mascotas: la duración exacta del proceso digestivo canino. "Esta pregunta nos da mucha información sobre el estado del aparato digestivo de nuestra mascota".
El experto detalla los tiempos reales, los factores influyentes y una prueba casera para determinar la salud intestinal del animal.
Manzano subraya la necesidad de diferenciar dos variables: la digestión propiamente dicha, el tiempo que tarda el perro en aprovechar los nutrientes del alimento y el tiempo total que transcurre desde que el animal ingiere la comida hasta que esta es evacuada.
La digestión
Según Manel, el proceso de digerir los alimentos y extraer los máximos nutrientes puede tener una duración media que oscila entre las 4 y las 8 horas. Esta fase incluye la ingestión, la masticación, una etapa "muy importante", la mezcla del alimento con la saliva y el paso por el intestino delgado.
Los tiempos en esta etapa varían según varios factores, por ejemplo el tipo de alimento. "Una comida húmeda se digiere en aproximadamente 4 a 5 horas, mientras que una comida seca tarda considerablemente más, pudiendo necesitar entre 8 y 12 horas para aprovecharse por completo".
También influye el tamaño de la raza. El veterinario indica que el proceso es mucho más rápido en perros de razas más pequeñas, pero puede acercarse a esas 8 horas en perros de razas grandes.
El tránsito intestinal
"El tiempo total desde que el perro come hasta que defeca es mucho más prolongado". A las horas dedicadas a la absorción en el estómago y el intestino delgado (hasta 8 a 10 horas en el estómago y 1.5 a 4 horas en el intestino delgado), se debe sumar el tiempo en el intestino grueso.
El veterinario enfatiza que el tiempo que el alimento permanece en el intestino grueso es "tremendamente variable", y puede durar entre 7 y hasta 42 horas. Durante este periodo prolongado, el alimento se compacta, se le retira humedad y las heces salen más secas.
Tiempos diferentes
El tiempo que las heces permanecen en el intestino grueso depende de:
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La edad: Al igual que en las personas, cuanto más mayores son los perros, más largo es el tiempo de evacuación.
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La actividad física: Un perro que realiza mucho ejercicio y está continuamente moviéndose tendrá un tiempo de permanencia mucho menor que un perro sedentario, debido al peristaltismo que genera la actividad.
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Enfermedades: La presencia de alguna patología también influye en la duración del tránsito.
"Si se suman todos los tiempos, el lapso total de la comida desde la ingesta hasta la evacuación puede oscilar entre un mínimo de 24 horas (en un perro pequeño, con dieta húmeda y muy activo) y por encima de los dos días".
Para aquellos dueños que deseen conocer el tiempo exacto en su mascota, Manzano describe una prueba "sencillísima" y práctica, similar a la que se realiza en humanos. Esta prueba consiste en mezclar un par de cucharadas de maíz dulce con la comida habitual del perro.
La clave es que la cáscara del maíz dulce es comestible, pero prácticamente no se digiere, lo que permite observar su aparición puntual en las heces. Esta información permite al dueño atisbar si el perro tiene un problema digestivo, si le está costando digerir la comida o si existe un proceso de obstrucción intestinal.
