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En un esfuerzo por transformar el panorama educativo y social, la asociación sin ánimo de lucro Proda presenta sus programas enfocados en promover la empatía y el respeto hacia los seres sintientes. "El propósito central de nuestro proyecto es dotar a los docentes de herramientas para el cambio", afirma Mariví Vaquer.

La asociación, integrada por expertos en psicología, docencia, derecho y cuerpos de seguridad, participó en la segunda jornada del V congreso de Derechos de los Animales en el Ministerio de Derechos Sociales de Madrid. Vaquer ha desarrollado una extensa trayectoria profesional y, desde Proda impulsa proyectos para fomentar la convivencia con los animales en el entorno escolar.

La asociación busca integrar recursos educativos, psicopedagógicos y científicos hacia los animales para promover un mundo mejor. "Enseñar a un niño a no pisar una oruga es tan importante para la vida de la oruga como para la del niño".

La empatía afectiva

La base fundamental de este cambio radica en el desarrollo de la inteligencia emocional, priorizando la empatía afectiva, no solo la cognitiva. "La inteligencia cognitiva no existe sin la afectiva".

A partir de esta premisa, se desarrollan las habilidades de compasión y solidaridad, que son las que generan la conducta proactiva. El otro pilar es el desarrollo moral, que busca la culminación de valores en el altruismo y la eliminación de la otredad.

Todo empieza con la triste realidad del maltrato animal en España. "El abandono es el final de una cadena de maltrato", subraya. Para llegar al abandono de un ser sintiente, antes ha habido cosificación.

Perpetuar la violencia

Los niños y las niñas que viven en entornos donde el descarte de animales se legitima (por causas como guarda, capricho o caza) presencian este modelo social desfavorable. "Los menores que admiten este modelo social perpetuarán la violencia en todas sus formas".

Además, cuando los niños y las niñas se exponen continuamente a la crueldad, ocurre una desensibilización radical. Según la psicóloga, este proceso es peligroso, ya que aprenden de su entorno mediante el aprendizaje por imitación.

Este modelado se adapta y aplica a su entorno, lo que explica por qué ejercen maltrato tanto hacia los animales (considerados más victimizables) como hacia otros niños.

Ante la ausencia de recursos educativos en la enseñanza reglada y no reglada, Proda propone soluciones prácticas. Se promueve el desarrollo del pensamiento crítico para que los menores escojan una ética diferente.

Herramientas educativas

Una de las metodologías incluye la presentación de realidades opuestas, como la existencia de "clubs para el maltrato de animales" frente a "asociaciones de voluntariado animalista", buscando que los niños se empoderen usando la frase que comienza con el verbo "puedo".

Vaquer sostiene que la compasión es la auténtica empatía que posibilita la solidaridad, la conducta proactiva que lleva al altruismo. Las actividades prácticas incluyen la visita de grupos de docentes a centros de acogida de animales maltratados.

Allí, a través de role playing, la información se lleva a las aulas para fomentar el debate y el pensamiento crítico. "La respuesta a las conductas intencionadas de violencia es la educación que busca generar intolerancia ante la violencia".

Un proyecto único

Este proyecto es un secreto que marca la diferencia con otros países de Europa. Contrario a la idea de que alcanzar principios éticos universales es difícil, investigaciones del Instituto Maxplan han confirmado un altruismo innato en los niños y niñas.

Esta afiliación emocional innata hacia los seres sintientes se denomina biofilia. La interrupción de este altruismo innato produce disonancia cognitiva, que puede llevar a problemas emocionales graves.

Durante la DANA en Valencia, el Colegio de Psicólogos apoyó la idea de ofrecer ayuda a quienes habían sufrido el duelo por la pérdida de animales. "Los movimientos sociales son más poderosos cuanto más inclusivos sean, promoviendo una cultura del cuidado dotada de sensibilización, comprensión y empatía afectiva", concluye Vaquer.