Los perros parecen tener un sexto sentido. Son capaces de oler, escuchar e incluso percibir cosas antes que nosotros. Esa asombrosa sensibilidad no solo los convierte en compañeros leales, sino también en verdaderos detectores de emociones, peligros y estados de ánimo.
Con Halloween a la vuelta de la esquina, podríamos pensar que sus habilidades rozan lo paranormal. Por eso, Rover, la empresa online dedicada al cuidado de mascotas, ha realizado un estudio que revela cómo perciben los dueños los "superpoderes" de sus perros.
Según los resultados, el 86% asegura que su mascota les ha alertado alguna vez de un peligro, y el 87,5% confía en que su perro podría guiarlo si perdiera la vista temporalmente.
Superar la capacidad humana
En cuanto a sus sentidos, los dueños no tienen dudas: sus perros superan de lejos la capacidad humana. El 53,5% afirma que detectan sonidos o movimientos imperceptibles para ellos.
Mientras que el 33,5% señala que anticipan la llegada de alguien a casa, y un 11% observa que su perro nota cosas antes durante los paseos, ya sea la presencia de otros animales o personas.
¿Y cuál es el sentido más afinado? Aunque depende de la raza y el individuo, el olfato encabeza la lista con un 52%, seguido del oído (30,5%), la vista (11%) y el tacto (6%).
El olfato, una herramienta evolutiva
Como explica Philip Tedeschi, experto en conexión humano-animal de Rover, el olfato canino es una herramienta evolutiva extraordinaria. "Los perros con hocicos más largos poseen una capacidad olfativa aún mayor, lo que les permite detectar cosas que para nosotros son invisibles".
Pero sus dones no terminan ahí. El 71% de los españoles cree que su perro puede intuir sus emociones o anticipar lo que está por suceder. No es de extrañar: estos animales son expertos lectores del lenguaje corporal y las expresiones humanas. Perciben variaciones mínimas en el tono de voz, la postura o el ritmo cardíaco, lo que hace pensar que "saben" cómo nos sentimos.
Parte de la manada
Tedeschi señala que esta conexión es fruto de su evolución junto al ser humano. "Para ellos, somos parte de su manada. Es natural que reaccionen ante personas extrañas, sonidos inusuales o cambios emocionales".
La confianza entre humanos y perros llega tan lejos que más de la mitad de los encuestados admite haber dejado que su mascota decida por ellos en alguna ocasión.
"Aprender a leer sus señales, fortalece el vínculo. Cada perro es único, con sus propios gustos sensoriales: algunos disfrutan del contacto físico y otros prefieren mantener distancia. Lo importante es saber escucharlos también a ellos", concluye el experto.
