Cada 14 de septiembre se celebra el Día Internacional de las Intervenciones Asistidas con Animales (IAA). Es una jornada que recuerda el impacto positivo y profundamente humano de trabajar junto a animales entrenados en entornos de salud, educación y apoyo social.
Los protagonistas indiscutibles de estas intervenciones suelen ser los perros. "Estos animales son seleccionados y adiestrados por su capacidad de crear vínculos únicos", explica Sònia Sáez, veterinaria responsable de Purina España, en una entrevista con Mascotario.
"Pero también lo son los profesionales que acompañan y garantizan tanto los beneficios terapéuticos como el bienestar de los animales". Estos proyectos se expanden cada vez más en hospitales y hogares de España, ofreciendo un nuevo apoyo terapéutico.
Aliados emocionales en hospitales
En el ámbito sanitario, los perros de terapia se han convertido en un recurso emocional invaluable. Su papel va mucho más allá de ofrecer compañía.
Según Sònia Sáez, los perros de terapia contribuyen a mejorar el entorno hospitalario. Con su presencia, crean un ambiente de calma y bienestar.
"Las experiencias en hospitales pioneros en España muestran beneficios significativos en áreas como salud mental, pediatría y urgencias".
Estos canes no conviven con el paciente, sino con el técnico de Intervenciones Asistidas con Animales que los guía y supervisa durante cada sesión. Sin embargo, actúan siempre presencia de un profesional sanitario que define los objetivos.
Los voluntarios de la protectora CIMPA Alcalá, con la perra Chakala al Centro de Día El Val.
Los perros participan en terapias para pacientes con ansiedad, niños en entornos judiciales, personas con cáncer o incluso reclusos que encuentran en ellos un canal de contención emocional.
Una vez terminada la sesión, el animal regresa a su vida cotidiana junto al técnico. Ellos también tienen que disfrutar del mismo descanso, juego y afecto que cualquier mascota.
Autonomía y seguridad
El escenario es diferente en el caso de las mascotas de asistencia, que conviven a diario con la persona a la que ayudan. Están entrenados para mejorar la autonomía de sus usuarios y pueden realizar varía tareas.
Desde abrir puertas, recoger objetos o asistir en el desvestido, hasta alertar de situaciones médicas críticas, como crisis epilépticas o bajadas de glucosa en personas con diabetes.
Sònia Sáez recuerda la historia de una paciente con epilepsia que pudo recuperar hábitos cotidianos tan simples como escuchar música con auriculares, gracias a su perro de alerta que la avisaba antes de un ataque.
También habla de la labor de apoyo a niños con Trastorno del Espectro Autista. "No solo previenen fugas peligrosas al anclarse ante intentos de huida, sino que también logran calmar a los pequeños mediante la simple interacción física".
Estos soportes bajan los niveles de ansiedad y frecuencia cardíaca, ayudan a recuperar la normalidad de una vida sana.
Los perros de asistencia cuentan con acreditaciones oficiales. Sin embargo, dependiendo de cada comunidad autónoma en España, gozan de acceso a lugares donde otros animales no pueden entrar.
Sus evaluaciones son periódicas. Cada año, se tiene que garantizar que continúan capacitados para su delicada y trascendental labor.
Una alianza con visión
El interés por estas intervenciones ha crecido notablemente en España en los últimos años. Como respuesta, en 2024 Purina creó la Alianza Purina Terapia Animal, un proyecto que asesora de manera gratuita a hospitales y centros de salud.
El objetivo es integrar programas de terapia con perros. La iniciativa también busca formar a especialistas y crear una red de colaboración entre profesionales sanitarios y técnicos en IAA.
"Tenemos que asegurar que cada vez que un perro ponga un pie, una pata, en un centro de salud, sea un éxito". Con esta misión, la alianza busca generar experiencias positivas puntuales y consolidar la presencia de programas de terapia animal en los sistemas de salud.
"Se trata de dar visibilidad a un impacto que, aunque no sustituye tratamientos médicos, sí facilita la recuperación, mejora la motivación y aporta humanidad a los procesos terapéuticos", explica la veterinaria.
Más allá de la terapia
El Día Internacional de las IAA no se limita a exaltar la labor de perros y profesionales. Invita también a reflexionar sobre una sociedad más sensible e inclusiva.
La interacción con estos animales, ya sea en un hospital, en una vivienda particular o en el aula, abre puertas hacia una convivencia más empática donde el bienestar humano y animal se entrelazan.
En palabras de Sáez, esta es una apuesta por sumar calidad de vida. "Pacientes más motivados, profesionales de salud con nuevas herramientas de apoyo y animales reconocidos como agentes activos de bienestar".
Los perros de terapia y asistencia no curan, pero transforman vidas de una manera única, poniendo de relieve el poder profundo del vínculo entre humanos y animales.
