La vejez en los gatos es un proceso natural que exige cuidados más específicos y atentos por parte de quienes conviven con ellos. Así lo explica la etóloga y educadora felina Paula Calvo en un vídeo de YouTube.
Es un tema que nos toca muy de cerca a quienes tienen gatos mayores. Su mensaje principal es claro: "debemos procurarles una vejez larga, feliz y sobre todo saludable".
Como recuerda la experta, es inevitable que las necesidades de un gato cambien con la edad. Por ello es responsabilidad de sus tutores adaptarse y ofrecer respuestas adecuadas a esos cambios.
La primera herramienta
"La alimentación se convierte en la primera herramienta para sostener el bienestar físico y mental de un felino en su edad dorada", explica Calvo. Con el paso de los años, los gatos requieren proteínas de alta calidad que ayuden a conservar su masa muscular y su vitalidad.
Al mismo tiempo, se recomienda valorar junto al veterinario el uso de suplementos específicos como la glucosamina y la condroitina. Estos ayudan a contrarrestar la rigidez articular tan habitual en la artrosis.
Paula Calvo, educadora felina, trabajando con su gato.
El control del peso también se vuelve clave. El sobrepeso en un gato mayor no solo reduce su movilidad, sino que puede agravar problemas como la hipertensión, la diabetes o el dolor articular.
Estimulación mental
El ejercicio y la estimulación mental son otro aspecto central. Aunque los gatos senior duerman más y su energía no sea comparable a la de un cachorro, es importante que se mantengan activos, tanto física como cognitivamente.
Sesiones de juego suaves y adaptadas a su capacidad, aunque sean breves, les ayudan a conservar la agilidad y evitar el sedentarismo. A la par, juegos interactivos o rompecabezas de comida son útiles.
Representan una excelente forma de activar su mente y prevenir el declive cognitivo propio de la edad. La estimulación intelectual es tan necesaria como la corporal, y ambas se complementan para mantener viva la curiosidad del gato.
Atención veterinaria
La prevención desde la atención veterinaria constituye otro eje esencial. Paula Calvo recalca que las visitas regulares al veterinario no deben esperar a que surja un problema visible.
"Un chequeo anual completo, aunque el gato aparente estar sano, puede marcar la diferencia a la hora de detectar patologías a tiempo". La salud dental, a menudo olvidada, merece atención especial.
"La periodontitis y otros problemas bucales son frecuentes en gatos mayores y repercuten directamente en su bienestar general". Además, la evaluación de la función renal y cardíaca es de gran importancia, pues estos dos sistemas son especialmente delicados en la vejez felina.
Confort y seguridad
Por último, la adecuación del hogar permite a los gatos senior conservar confort y seguridad. Un entorno adaptado debe ofrecer camas cómodas, cálidas en invierno y frescas en verano, situadas en lugares accesibles que no exijan saltos o esfuerzos excesivos.
Si el gato tiene dificultades de movilidad, resulta útil recurrir a rampas o pequeñas escaleras que le permitan llegar a sus lugares favoritos. También conviene que la bandeja de arena esté ubicada en una zona fácilmente accesible.
Mantener una atmósfera tranquila y estable, sin ruidos fuertes, mudanzas u otros cambios drásticos, es igualmente necesario para reducir el estrés y ofrecer al felino un retiro sereno. Con estos cuidados, concluye Calvo, la vejez se convierte en una etapa plena que puede extenderse durante muchos años.
